¡CUIDADO CON LA IDOLATRÍA CATÓLICO-CRISTIANA!

 


¡Cuiden mucho sus almas (sus vidas, su persona) de no caer sumisos a la idolatría cristiana trinitaria!

El shemá dice: 

Oye Israel: Adonai nuestro Dios, Adonai Uno es. Y amarás a Adonai tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas".— Deuteronomio 6:4-5; Marcos 12:29-30.

¡NO HAY MANDAMIENTO MÁS IMPORTANTE QUE ÉSTE!

Por toda la Escritura leemos las advertencia a cuidarnos de la idolatría. Leemos en Deuteronomio 4:15-16:

"Así, guardad diligentemente vuestras almas, ya que ninguna figura visteis el día en que YHVH os habló en Horeb en medio del fuego, no sea que os corrompáis y os fabriquéis escultura; imagen de algún ídolo con forma de hombre o de mujer."

¿No tiene Jesús figura de hombre? ¿No se identificó a sí mismo como "hijo del hombre"?  Jesús fue visto por multitudes en Israel, después de su muerte y resurrección fue visto "por más de 500 hermanos a la vez" (1 Corintios 15:4-6). También se nos dice que a su regreso "todo ojo le verá, aún los que le traspasaron" (Apoc. 1:7).


Sin embargo, de Dios se nos dice que inmortal, Invisible, y que ningún hombre le ha visto jamás, ni le puede ver (1 Timoteo 1:17; 6:16). Así que Dios es inmortal, Jesús no era inmortal, porque murió y fue sepultado. Dios es Invisible y nadie le ha visto jamás ni le puede ver, Jesús fue, y siempre será un hombre (que ha recibido inmortalidad - Rom. 6:9), fue visible y todo ojo le verá.

El dogma trinitario, que es un dogma católico-romano, pero que ha sido adoptado como verdad por el protestantismo evangélico, contradice el Shemá, contradice a Jesús, contradice las Escrituras, contradice el sentido común y promueve la Idolatría.

Lamentablemente, las diversas versiones de la Biblia están cargadas de inducción doctrinal del sistema cristiano, pero aún así, la Verdad resalta y sale a la luz. Jesús jamás afirmó ser Dios, y mucho menos "Dios encarnado"...Esa teoría cristiana de que Dios se encarnó en un hombre para morir por todos los hombres es un disparate teológico, es falso.

Debemos tener mucho cuidado, sumo cuidado de no estar sirviendo a dioses falsos inventados por la cristiandad. Si bien es cierto que Jesús es llamado "hijo de Dios", esta expresión, en lugar de hacerlo divino, lo hace más humano, ya que esta expresión surge de la promesa que Dios le hizo al rey David que que un descendiente suyo se sentaría en su trono y lo haría permanente para siempre. Por eso, cuando Natan-El lo vio le dijo: "¡Rabbí, Tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! (Juan 1:49). Natan-El se sentaba literalmente debajo de una planta de higos a estudiar la Torá...esa era una costumbre en Israel en aquellos días...Él reconoció en Iehoshúa (Jesús) al Mesías, al descendiente directo y sanguíneo de David, que según la promesa, Dios le sería a él por padre y él le sería a Dios por hijo, de allí viene la expresión "hijo de Dios", que la cristiandad ha cambiado sutilmente por "dios el hijo" para acomodarlo a la farsa trinitaria.

El ángel que anunció el nacimiento de Iehoshúa (Jesús) no se equivocó al decir:

"Este será un gran hombre, y Adonai le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la Casa de Israel para siempre y su reino no tendrá fin" — Lucas 1:33. ¡Note la expresión "David su padre", por ser descendiente sanguíneo del rey David, se le llama "Hijo de Dios", porque Dios había dicho a David:

"entonces levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi Nombre y Yo afirmaré el trono de su reino para siempre. Yo le seré por padre y él me será por hijo" (2 Samuel 7:12-14).

Cuando un escritor Judío oía la expresión "hijo de Dios" con respecto a un hombre, y en este caso a Iehoshúa (Jesús), entendía esta relación con la promesa hecha a David, por eso algunas personas judías llamaron a Jesús "Hijo de David" e "hijo de Dios.

"Entonces el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!" (Mateo 26:67).

Queda claro que Jesús no es Dios, que Jesús no era un ser híbrido mitad Dios y mitad hombre, e indiscutiblemente no era "100% Dios y 100% hombre" ni "Dios de Dios" ni "Luz de Luz" como se afirma en el credo eclesiástico trinitario.


Mis amados: ¡Guárdense de la idolatría!

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