¡Bendecid a Jehováh!



SALMO 134:

(Canto de ascenso gradual) He aquí, bendecid a Jehovah, vosotros, todos los siervos de Jehovah, que estáis en la casa de Jehovah por las noches. 2 Alzad vuestras manos hacia el santuario y bendecid a Jehovah. 3 Jehovah, que hizo los cielos y la tierra, te bendiga desde Sion.

Se afirma que Jehováh habita en medio de las alabanzas de Israel, de Su pueblo. Este salmo 134 es uno de alabanza...nos invita a bendecir a Jehováh, es decir, a alabar a Jehováh Dios. Dice que bendigamos, que alabemos a Jehováh todos los que sirven a Jehováh lo alabarán estando en Su Casa por las noches. ¡Aún estando en nuestras camas podemos estar en la "Casa de Jehováh"! La "Casa de Jehováh" es Su reino, la "Casa de Jehováh" es donde está Su trono, donde Él habita. Nuestros corazones mismos puede ser el lugar donde Él habite. Cuando meditamos en Él y en Su palabra, le bendecimos, le alabamos, porque reconocemos Su majestuosidad y nuestra común unión con Él. Ya que es en Él que "nos movemos, existimos y somos" (Hechos 17:28) ¡Somos linaje Suyo! 

¡Cuando reconocemos la grandeza y la majestuosidad de Jehováh nuestro Dios, le adoramos solo a Él,  porque "los verdaderos adoradores adorarán al PADRE en espíritu y en verdad" y porque Jehováh está buscando ese tipo de adoradores! (Juan 4:23,24).
La cristiandad extraviada, en su confusión, comete el gran error que cometían los Samaritanos, es decir, adorar lo que no saben, lo que no conocen.  Adoran al Cristo, al Enviado en vez de adorar a quien lo envió, a quien lo ungió...han hecho de Jesucristo un ídolo y lo adoran abiertamente con el pretexto de que adoran a un supuesto dios trino que no existe en el pensamiento hebreo, ni existía en el pensamiento del mismo Jesús. El Credo de Jesús era el mismo credo de los Judíos:
"Oye Israel: Jehováh nuestro elohim, Jehováh uno es" (Marcos 12:29'30; Duteronomio 6:4)
"A Jehováh tu Dios adorás y a Él solo servirás" (Mateo 4:10; Deuteronomio 6:13).
Alabar y honrar a nuestro Dios no es repetir estribillos como "gloria a Dios y aleluya",  (de hecho, los repetidores de estos estribillos desconocen realmente lo que significan las palabras "gloria" y "aleluya". Esas son expresiones aprendidas de memoria y repetidas, ya sea como muletillas en sus predicaciones y hablar común o como estribillos que pretenden dar la apariencia de espiritualidad. La verdadera espiritualidad no consiste en palabrerías, estribillos y repeticiones, sino en aceptar y caminar en lo que es la Palabra de Dios, las Sagradas Escrituras. Es seguir el ejemplo y las enseñanzas del Maestro Jesús, el cristo, el "Testigo fiel y verdadero" quien nos reveló al Verdadero, a Jehováh, para que conozcamos al que es Verdadero,a Dios, el "verdadero Dios y la vida eterna"...Los que reconocen a Jesús como el Cristo, el Mesías ungido de Jehováh, adorarán a Jehováh y a ningún otro. 
Alcemos nuestras manos al santuario celestial y bendigamos a Jehováh, el Creador de los cielos y de la tierra. Honremos tambien a Su Majestad, Jesús el Mesías, el rey ungido por Jehováh, que reinará sobre la casa de Israel para siempre, porque Jehováh le ha dado el trono de David su padre (Lucas 1:31-32).
¡Que sea este salmo 134 nuestra canción favorita, nuestro cantar diario, nuestra alabanza de dia y de noche! ¡Adoremos conforme a las Escrituras y no conforme a los dogmas del cristianismo! ¡Los dogmas han sido formulados por los hombres, pero las Escrituras han sido inspiradas por Dios! Adoremos a Jehováh de manera que le seamos agradables en todo momento...nacimos para agradar a nuestro Padre Celestial, así que , procuremos serles agradables no enseñando como doctrina los mandamientos de hombres ni teniendo como verdad los dogmas formulados por los concilios de Roma.

¡La Verdad es una y está en las Santas Escrituras!

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