"VENGA TU REINO"...¿QUÉ QUISO DECIR JESÚS, EL SANTO MAESTRO?.

 

Padre NUESTRO que estás en el cielo, santificado sea TU Nombre, venga TU reino y sea hecha TU voluntad"- Mat 6:9-10.

Jesús está enseñando a sus Discípulos a orar. Él llama al Padre Su Padre al decir: "Padre nuestro" se incluye como hijo. También dice "santificado sea TU nombre. Cabe preguntar: ¿Cuál nombre?...Basta con solo ir al Salmo 83:18 para responder:

"Conozcan que tu nombre es YEHOVAH. ¡Tú solo eres Altísimo sobre toda la tierra!"...Entonces, cuando Jesús habla de que el nombre del Padre sea "santificado" se está refiriendo al nombre sagrado, YEHOVAH...¡Ese el nombre del Padre! Está escrito:

"—Dios dijo además a Moisés—: Así dirás a los hijos de Israel: 'YEHOVAH, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros.' ESTE ES MI NOMBRE PARA SIEMPRE; ESTE SERÁ EL NOMBRE CON EL QUE SERÉ RECORDADO DE GENERACÓN EN GENERACÓN" — Éxodo 3:15.

Jesús (YEHOSHUA) nos dice que pidamos que venga el reino, no suyo, sino de Su Padre, es decir, de YEHOVAH. Que pidamos que la voluntad de YEHOVAH sea hecha así en la tierra como en el cielo.
Hasta la fecha, sabemos que la voluntad de Dios no ha sido hecha en la tierra como se hace en el cielo en un sentido general. Las guerras, las injusticias, el egoísmo, la persecución, el asesinato, el robo, la envidia, los celos, y el mal en general se ha hecho en la tierra desde Adam hasta nuestros días...pero, cuando venga el Reino, el reino de YEHOVAH, por medio de Jesús el Mesías Ben David, Jesús regirá las naciones con "vara de hiero" (Apocalipsis 2:27 y 19:15), mientras el conocimiento de YEHOVAH llenará toda la tierra así como las aguas cubren el mar (Isaías 11:9; Habacuc 2:14).

¿Y cuál será el resultado?

"Él juzgará entre muchos pueblos, y decidirá sobre naciones poderosas, Hasta las más distantes. Forjarán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra" — Isaías 2:1-4; Miqueas 4:3.

En Apocalipsis 22:1-5 está escrito:

1 Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero.

2 En medio de su calle, a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida, que produce doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones.

3 Y ya no habrá más maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,

4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.

5 Y ya no habrá noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque YEHOVAH Dios resplandecerá sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.


¡Gracia, misericordia y paz sean con todos!