LA FE, SI NO TIENE OBRAS ES ESTÉRIL.

 

LA FE SIN OBRAS ES ESTÉRIL.


Jacobo 2: 20-25:

20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril?

21 Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?

22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección?

23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: "Creyó Abraham en Di-s y le fue reputado como justicia y fue llamado amigo de Di-s."

24 Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente.

25 Del mismo modo Rajab, la prostituta, ¿no quedó justificada por las obras dando hospedaje a los mensajeros y haciéndoles marchar por otro camino?

26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
(Biblia de la Universidad de Jerusalem).

La Fe sola no es suficiente.

La gente cree que solo necesita la fe para ser declarados "justos" por parte de Di-s, pero la fe sola no justifica a nadie, al menos Jacobo pensaba así, y tomó como ejemplos dos casos de las Escrituras: El de nuestro padre Abraham y el de Rajab, la ramera de Jericó. Pero, como la Cristiandad ha desvirtuado el concepto de fe y el requisito de obrar conforme a ella, hoy por hoy, cualquiera que dice: "Yo creo en Jesús" ya es salvo, ya es justo o justificado. ¡Ya está listo para el cielo! Esto es un grave error, un engaño religioso.

Imagínese a nuestro padre Abraham diciendo: "Sí, Adonai, yo creo en ti, yo se que solo mi creer en ti basta"...pero no hubiera ido al monte Moriah dispuesto a sacrificar a su hijo predilecto, Isaac. ¿Hubiese sido justificado por la fe? ¿Hubiese sido llamado "Amigo de Di-s? ¡Por supuesto que no! Fue necesario que tomara Isaac, con leña, cuchillo y fuego para ofrecerlo en sacrificio al Eterno, sabiendo que de los muertos podía el Eterno levantar a su hijo nuevamente a la vida.

Hoy en día es fácil decir "Yo creo", pero otra cosa es demostrar que ese "creer" es genuino, es válido delante del Eterno. Se requiere más que solo "creer", se necesita demostrar con hechos evidentes que esa fe es de verdad...Se necesita caminar, se necesita acción, hacer lo que es justo, procurar hacer obras que demuestren que esa fe sí es de verdad. Creer que Iehoshua (Jesús) es el Mesías está muy bien, Di-s requiere eso, pero el mismo santo Maestro Iehoshua dedicó su vida a hacer...el hacer ocupaba su vida diaria. Siempre trataba de cubrir una necesidad, siempre enseñaba más con sus acciones justas que sus palabras.

Todo Creyente verdadero, todo el que se considera Discípulo del santo Maestro Iehoshua (Jesús) debe, en la medida que le sea posible, imitar a su Maestro, no solo creer que él es el Mesías prometido a nuestros padres, sino accionar, buscar la oportunidad de servir a los demás (sean Creyentes o no)...amar al Prójimo como se ama a sí mismo...Iehoshúa hizo eso...No solo eran palabras, sino que cada palabra conducía a una acción. Es cierto que no podemos ayudar a todo el mundo, ni aunque quisiéramos, pero hay mundo a nuestro alrededor, hay necesidades que podemos ayudar a cubrir, no hay que embarcarse en "viajes misioneros"...¡Tenemos gente alrededor nuestro que talvez necesite ayuda! Siempre hay gente muy pobre, siempre hay gente enferma, siempre hay algo que podemos hacer.

Rajab, la ramera, escondió a los espías del pueblo santo y los envió por otro camino de regreso al Campamento sanos y salvos, Ella creyó y actuó consecuentemente. Así se salvó ella misma y a su familia...la fe obró juntamente con el hacer. ¡Que hermoso ejemplo!

Hablad y obrad tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la Ley de la libertad — Jacobo 2:12.

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