EL LADRÓN MORIBUNDO EN LA CRUZ ¿REALMENTE SE ENCONTRÓ CON JESÚS EN EL CIELO?
Conociendo la verdad...derribando los mitos...
¿Qué pasa con el “ladrón” moribundo en la cruz? Oró: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:42, 43). A primera vista esto puede dar la impresión de que al morir este ladrón arrepentido estaría “hoy” disfrutando de comunión consciente con Cristo en el Paraíso, es decir, en el cielo.
Primero, observemos que el criminal ni siquiera pregunta sobre la vida después de la muerte, tal como la entendemos. Él está pidiendo seguridad de que será salvo cuando Jesús regrese como Rey para introducir su Reino prometido en la tierra. “¡Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino!” él pide. Este moribundo está expresando en los términos de fe más fuertes posibles que, contrariamente a todas las apariencias en la hora de su rechazo, Jesús es realmente el Mesías de Dios.
En la mente judía, incluida la de Jesús y sus apóstoles, el Reino del Mesías siempre fue un día futuro de gloria, cuando el pueblo de Dios resucitaría y entraría en la vida de la Era Venidera.
El Reino siempre fue un evento futuro, nunca la posesión presente de santos muertos que ya estaban en el cielo. La palabra “Paraíso” es una expresión judía clásica de este Reino venidero.
Jesús está muriendo abandonado por todos. Pero en esta hora terrible, el ladrón arrepentido es el único estímulo de Jesús. ¡Mira hacia adelante y ve a Jesús como el Mesías vindicado como Rey de Dios, el gobernante de la Nueva Era prometida!
Pero ¿qué pasa con la difícil palabra “hoy”? Jesús le prometió a este hombre: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Aquí hay un punto controvertido en el texto griego original.
Debido a que los textos griegos tienen muy poca puntuación, es una cuestión de elección personal dónde los traductores ponen sus comas, puntos, saltos de párrafo, etc. En otras palabras, ¿el texto dice: “De cierto os digo, hoy seréis ¿Estarás conmigo en el Paraíso? ¿O dice: “En verdad te digo hoy que estarás conmigo en el Paraíso?” Aunque el griego sea ambiguo.
Según Jesús, no estaría en el Paraíso cuando muriera, “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40) Entre su muerte y resurrección, Jesús se sitúa “en el corazón de la tierra”.
Pablo nos dice que Cristo cuando murió estaba en “el abismo” (Romanos 10:7), que no es el Paraíso en el pensamiento bíblico. Y el día de Pentecostés, Pedro afirma que Jesús había estado en el “hades” y se habría descompuesto por completo allí, si no fuera porque Dios Padre lo resucitó al tercer día (Hechos 2:27, 31). Hades es el lugar de los muertos: “tumba”. Una vez más, ¡esto no es el Paraíso! Además, incluso el día de su resurrección, el testimonio firme de Jesús es que aún no había ascendido al Padre (Juan 20:17).
¿Cómo entonces se puede pensar que Jesús pudiera ofrecer al ladrón un lugar en el Paraíso ese mismo día antes de su propia resurrección? Podemos estar seguros de que Jesús no quiso decir que fue al Paraíso con el ladrón el mismo día en que ambos murieron.
Parecería entonces que para darle a este ladrón agonizante la más solemne de las promesas, Jesús dijo: “De cierto te digo hoy que estarás conmigo en el paraíso”.
A pesar de toda la evidencia bíblica en contrario, algunos han propuesto que el Paraíso aquí estaba en realidad en el mundo de los espíritus de los difuntos. Anthony Buzzard señala acerca del paraíso: Pero el paraíso de las Escrituras no se encuentra en el corazón de la tierra, sino en el jardín restaurado del Edén, que contiene el árbol de la vida: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7; 22:2). ¡Nadie propondría que el árbol de la vida crece en el reino de los muertos!
Autor: Greg Deuble
Comentarios
Publicar un comentario