LA TRINIDAD..."EL MISTERIO INEXPLICABLE"
COMENZARÉ diciendo que el dogma religioso de la "santísima trinidad" es un dogma católico-romano que tardó varios "concilios eclesiásticos para formularse. Según Wikipedia: "La fórmula fue adquiriendo forma con el paso de los años y no fue establecida definitivamente hasta el siglo IV:
La definición del Concilio de Nicea (325), sostenida desde entonces con mínimos cambios por las principales denominaciones cristianas, fue la de afirmar que el Hijo era consustancial (ὁμοούσιον, homousion, literalmente ‘de la misma sustancia’) al Padre. Esta fórmula fue cuestionada y la Iglesia pasó por una generación de debates y conflictos hasta que la «fe de Nicea» fue reafirmada en Constantinopla en 381.
Los diferentes "Concilios" que hubieron para formular ese credo trinitario fueron:
1- El Concilio de Nices (325 AD)
2-El Concilio de Constantinopla (381 AD)
3-Concilio de Calcedonia (451 AD)
4- El Concilio de XI de Toledo (675)
Según ese concilio, (675) "el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son iguales en cuanto a su naturaleza o sustancia, pero son distintas en cuanto a la distinción de personas".
5- 4to Concilio de Letrán (1215 AD). Según ese concilio:
"En Dios solo hay una Trinidad, ya que cada una de las tres personas es esa realidad, es decir, sustancia, esencia o naturaleza divina. Esta realidad no engendra ni se origina; el Padre engendra, el Hijo es engendrado y el Espíritu Santo procede. Por lo tanto, hay una distinción de personas pero una unidad de naturaleza. Aunque, por lo tanto, el Padre es una persona, el Hijo otra persona y el Espíritu Santo otra persona, no son realidades diferentes, sino que lo que es el Padre es el Hijo y el Espíritu Santo, todos iguales, por lo tanto, según la fe ortodoxa y católica, se cree que son consustanciales".
Un dato bastante curioso con estos diferentes concilios es que el sustento Bíblico Escritural brilló por su ausencia. Todo consistió en definiciones filosóficas y el dogma fue impuesto arbitrariamente por un sector minoritario dejando fuera y excomulgando a los que no coincidían y que a veces eran inmensamente mayoritario.
¿Porqué se necesitaron tantos "Concilios" para formular e imponer un dogma a todas luces anti-Bíblico y antipático entre la inmensa mayoría de los involucrados?
Porque la Iglesia de Roma tenía que imponer su autoridad aún por encima de las Santas Escrituras. Ellos afirman que la autoridad divina de la Iglesia fue la que dio las Escrituras y que, por lo tanto, su autoridad es mayor. (Se refieren, claro está a los Escritos del llamado "Nuevo Testamento", que fue ordenado, canonizado y certificado por ellos). No podían decir lo mismo de la Santas Escrituras Hebreas, las que ellos mismos calificaron de "Antiguo Testamento", y cuya influencia ellos minimizaron, ya que, según ellos, el "Nuevo testamento" reemplaza totalmente al Antiguo, y que éste ya no tiene ninguna vigencia, ya que fue hecho obsoleto por su "Cristo-Dios".
Pero hay otra explicación del porqué a ellos les convenía imponer el dogma trinitario en el que Jesús el Mesías fue declarado "Dios de Dios y luz de luz, consustancial con el Padre. Engendrado, pero no creado".
ERA LA INTENCIÓN DE LA IGLESIA ENDIOSAR A MARÍA COMO "MADRE DE DIOS" Y COMO "REINA DEL CIELO".
Si Jesús era "Dios de Dios y luz de luz"...luego María era la Madre de ese Dios. Entónces, si María era la "Madre de Dios", esto necesitaba otro dogma para ponerla o elevarla a esa posición. Entonces salieron con el dogma de "la inmaculada concepción de María".
Tercer Dogma: La Inmaculada Concepción de María - Catholic.net
"Por eso, acerca de la comida de los sacrificios a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo y que no hay sino UN SOLO DIOS.
Porque aunque sea verdad que algunos son llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), sin embargo, para nosotros hay UN SOLO DIOS, EL PADRE, de quien proceden todas las cosas, y nosotros vivimos para él; Y un solo Señor, Jesús el Mesías, por MEDIO que quién son todas las cosas y nosotros POR MEDIO de él" (1 Corintios 8:4-6).
"A su debido tiempo la mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, el Rey de reyes y Señor de señores; el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver. A él sea la honra y el dominio eterno. Amén" (1 Timoteo 6:15,16).
Y:
"Por tanto, al Rey de los siglos, INMORTAL, INVISIBLE Y ÚNICO DIOS, sean honor y gloria por los siglos de los siglos, amén" (1 Timoteo 1:17).
Pero también y mucho más importante tenemos el testimonio verbal del Señor Jesús, quien, hablando con una mujer Samaritana, declaró:
"Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalem está el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dice: Mujer, créeme que viene una hora cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre.
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos.
Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre tales adoradores quiere que lo adoren. Dios es espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.
Le dice la mujer: Sé que viene el Mesías, que es llamado el Ungido; cuando Él venga, nos declarará todas las cosas.
Jesús le dice: Yo soy el Mesías, el que habla contigo" (Juan 4:20-24).
Notemos que Jesús mismo se incluye entre los Judíos que saben lo que adoran y a quien adoran. Él no dice que es él a quien hay que adorar, sino que, como buen Judío, dice que es al PADRE a quien hay que adorar.
Esto no significa que Jesús no sea digno y merecedor de gloria, de alabanza, de homenaje, de amor, de confianza y de admiración, sino que no es el objeto de nuestra adoración como DIOS TODOPODEROSO.
Para Jesús, no había confusión alguna con respecto a quien es Dios y que es el PADRE NUESTRO QUE ESTÁ EN EL CIELO, cuyo NOMBRE debe y tiene que ser santificado (Mateo 6:9). Así que, en vez de nosotros creer y adorar a un "Dios inexplicable e indescriptible, adoramos al único Dios verdadero, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús el Mesías. Porque la VIDA ETERNA depende de conocer a YEHOVAH, el único Dios verdadero, y también a Jesús el Mesías a quien Él envió para que sea Señor y Mesías, Señor y salvador de Su Pueblo.
"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús el Mesías a quien tú has enviado" (Juan 17:3).
"Sepa pues con toda certidumbre toda la Casa de Israel (entiéndase, todos los hijos de Dios, los verdaderos creyentes y seguidores del Mesías) que a este JESÚS, a quien vosotros crucificasteis DIOS LO HA HECHO SEÑOR Y MESÍAS" — Hechos 2:36.
"El Dios de nuestros padres [YEHOVAH) resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madrero. A éste exaltó Dios con su diestra como Príncipe y salvador, PARA DAR A ISRAEL ARREPENTIMIENTO Y PERDÓN DE PECADOS" (Hechos 5:30-31).
"— Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el Nombre de Jesús el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibireis el don del espíritu santo. Porque la promesa, es para vosotros, para vuestros hijos, para todos los que están lejos, y para cuantos YEHOVAH vuestro Dios llame" (Hechos 2:38-39).
Nada de lo que hemos presentado parece ser inexplicable, ni misterioso, porque no seguimos dogmas de hechura humana, producto de concilios eclesiásticos amañados por un sistema religioso falso y lleno de conceptos paganos.
Shalom Aleijem.
¡La Paz sea con vosotros!
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