LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE "SATANÁS" (Heb. hasatán).
EL SATÁN
DE LA RELIGIÓN
La Evolución del concepto de "Satanás"
1. El Origen de Satanás en las Escrituras Hebreas:
- Definición y Primeras Apariciones (Números 22:22-33):
- En las escrituras hebreas, el término "śāṭān" (שָׂטָן) no era originalmente un nombre propio sino un sustantivo común que significaba "adversario" o "opositor".
En Números 22:22, por ejemplo, el ángel de Yehovah es descrito como un "śāṭān" para Balaam.
En este contexto, el ángel no es un ser maligno, sino un agente de Todopoderoso que se opone temporalmente a Balaam en su camino, bloqueándolo para que no maldiga a Israel.
Este uso refleja la función de "śāṭān" como un ejecutor del juicio Celestial, encargado de obstruir a aquellos que actúan en contra de la voluntad Celestial.
- Función: El ángel de Yehovah actúa como un ejecutor Celestial, no como un ser maligno, sino como un agente de Todopoderoso encargado de ejecutar su voluntad.
Este episodio establece una base para entender a "śāṭān" como un rol o función en lugar de un ser específico con identidad independiente.
2. Satanás en el Libro de Job:
- Transición hacia un Rol Más Complejo (Job 1-2):
- En el Libro de Job, la figura de Satanás aparece como miembro del consejo celestial (Job 1:6-12; 2:1-7). Aquí, "haśāṭān" (הַשָּׂטָן) es un título que denota un rol específico dentro de la corte celestial. Satanás actúa como un "prosecutor" o "acusador," cuya tarea es probar la lealtad y justicia de Job.
Es importante notar que en esta narrativa, Satanás no es un enemigo de Todopoderoso, sino un servidor de Todopoderoso que cumple una función dentro del sistema Celestial de justicia.
- Función: Satanás aquí se presenta como un agente de prueba, encargado de poner a prueba la piedad humana bajo la supervisión de Todopoderoso.
Este rol implica una transición del concepto de "śāṭān" como mero adversario hacia una figura con funciones más judiciales, probando y examinando la fe y justicia de los seres humanos.
3. Satanás en el Libro de Zacarías:
- Evolución hacia un Rol Más Adversarial (Zacarías 3:1-2):
- En Zacarías 3:1-2, Satanás aparece como una figura que se opone al sumo sacerdote Josué. En esta visión, Satanás está de pie a la derecha de Josué, buscando impedir su rehabilitación ante Todopoderoso.
Aunque comúnmente se traduce que Satanás está "acusando" a Josué, es más apropiado entender su rol como un adversario que intenta bloquear la restauración de Josué.
Lo crucial en este pasaje es que el ángel de Yehovah reprende a Satanás, señalando que Todopoderoso ha decidido perdonar a Josué, lo que muestra que Satanás actúa como un adversario dentro de un marco judicial Celestial.
- Función: Satanás asume un papel que, aunque subordinado a Todopoderoso, comienza a ser más claramente oposicional.
Su función es intentar frustrar los planes Celestiales, aunque sigue estando bajo la autoridad y control de Todopoderoso lo que marca una evolución hacia una figura más compleja y menos benigna.
4. Satanás en 1 Crónicas:
- Aparición del Satanás como Instigador (1 Crónicas 21:1):
- En 1 Crónicas 21:1, Satanás se menciona como el instigador que provoca a David a realizar un censo de Israel, un acto que resultaría en el desagrado Celestial y el castigo sobre el pueblo.
Este es un punto crucial en la evolución de Satanás, ya que aquí aparece como un ser independiente que incita al pecado, lo que sugiere una transición hacia la conceptualización de Satanás como una figura que actúa en oposición directa a los intereses Celestiales.
- Función: Satanás en este texto es claramente un instigador del mal, una figura que incita al pecado y la desobediencia contra Todopoderoso
Este papel es un precursor del Satanás que se desarrollará en la literatura del Segundo Templo y más allá, en la cual Satanás se convierte en un antagonista más definido y autónomo en el conflicto cósmico entre el bien y el mal.
5. Desarrollo en la Literatura del Segundo Templo:
- Evolución y Complejidad en Textos del Segundo Templo (Libro de los Vigilantes, Jubileos, Rollos del Mar Muerto):
- Durante el período del Segundo Templo, las ideas sobre Satanás se expanden y se vuelven más complejas.
En el Libro de los Vigilantes (1 Enoch 1-36), se asocia a Satanás con los ángeles caídos que corrompen la tierra y engendran espíritus malignos.
Estos textos introducen la idea de que Satanás y los espíritus malignos no solo causan daño físico, sino que también son instigadores del pecado y la idolatría, desviando a la humanidad del camino correcto.
- En el libro de Jubileos, el líder de los espíritus malignos es llamado Mastema, una figura que es responsable de engañar a las naciones y llevar a la humanidad al pecado.
A través de estos textos, Satanás comienza a consolidarse como el adversario cósmico, un ser que no solo actúa dentro del marco divino sino que empieza a ser visto como un enemigo activo de Dios y su creación.
- Función: Satanás se convierte en un líder de fuerzas malignas, un engañador de naciones y una figura central en el problema del mal. Su rol se amplía desde ser un agente divino de juicio a un instigador independiente del mal y la corrupción.
6. Satanás en el Nuevo Testamento:
- La Plenitud del Rol Adversarial (Nuevo Testamento):
- En el Nuevo Testamento, Satanás es presentado como el principal adversario de Cristo y la Iglesia. Es descrito como "el príncipe de este mundo" (Juan 12:31) y "el dios de este siglo" (2 Corintios 4:4), destacando su poder y autoridad en el mundo caído. Satanás es visto como el líder de los ángeles caídos (Apocalipsis 12:7-9) y como el instigador detrás de la tentación de Jesús (Mateo 4:1-11).
- El Apocalipsis ofrece una visión culminante de Satanás como el gran dragón que engaña al mundo entero y es finalmente derrotado y lanzado al lago de fuego (Apocalipsis 20:2-10). Aquí, Satanás no solo es el enemigo de Dios y de la humanidad, sino que su derrota final es un tema central en la narrativa apocalíptica cristiana.
- Función: Satanás es ahora un ser completamente antagonista, el enemigo definitivo de Dios que busca corromper y destruir. Su función se ha desarrollado desde un ejecutor divino hasta el líder del mal absoluto, cuya derrota es esencial para la redención final.
Conclusión:
La evolución del concepto de Satanás refleja un desarrollo complejo que comienza con su rol como un adversario o ejecutor celestial en las Escrituras Hebreas, pasando por su transformación en un acusador celestial en textos como Job y Zacarías, hasta convertirse en el líder del mal en la literatura del Segundo Templo y el Nuevo Testamento.
Este desarrollo muestra cómo la figura de Satanás se adapta a diferentes contextos teológicos y literarios, evolucionando desde un mero agente de Todopoderoso hasta el enemigo cósmico final en la tradición judeocristiana.
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