YESHUA (JESÚS) HIJO BIOLÓGICO DE YOSEF (JOSÉ)...DE OTRA MANERA, NO PODÍA SER EL MESÎAS.

 

"Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos?"  — Juan 6:42.

Sabias que si Yeshua no hubiera sido Hijo biológico de Yosef, no habría podido ser El Mesías.

La idea de que Yeshua no puede ser El Mesías porque es "hijo biológico de Yosef" es una noción común en la teología cristiana tradicional y las raíces hebreas, sin embargo, esta idea es cuestionable y se basa en una mala interpretación de las Escrituras.

En realidad, la genealogía de Yeshua a través de Yosef es vital y es una prueba de su ascendencia davídica ante las autoridades judías y, por lo tanto, de su legítima reclamación al título de Mesías en el primer siglo (Mt. 1:1-17, Lc. 3:23-38).

Si nos percatamos, los líderes religiosos judíos de la época no cuestionaban la genealogía de Yeshua, como se ve en la conversación entre Yeshua y Nicodemo, un destacado maestro de la Torá y miembro del Sanedrín:

"Rabí, sabemos que has venido de Todopoderoso como Maestro (de Torá); porque nadie puede hacer estas obras que tú haces, si no está Todopoderoso con él" (Juan 3:2).

Nicodemo reconoce la autoridad Celestial o divina de Yeshua, pero no lo reconoce explícitamente como El Mesías. Cuando Nicodemo dice "has venido de Todopoderoso", no está sugiriendo que Yeshua haya bajado del cielo literalmente, sino que está hablando de la autoridad y el poder que Yeshua tiene como Enviado del Eterno. Nicodemo está reconociendo que Yeshua tiene una conexión especial con el Todopoderoso de Israel, pero no está entendiendo su envío en términos mesiánicos, como el Rey de Israel que ha de instaurar el reino de Todopoderoso y redimir a Israel (Lc.2:25).

Esto muestra que la cuestión no era la genealogía de Yeshua, ya que no tenían dudas de que Yeshua fuera hijo de Yosef o del famoso carpintero, quien pertenecía a la Casa de David. La cuestión real era su interpretación de la Torá y su afirmación de ser el Mesías.

"Entonces lo rodearon las autoridades judías, y le decían: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Dinos claramente si tú eres el Mesías" (Juan 10:24).

La realización de milagros por parte de Yeshua era una clara demostración de su autoridad como Enviado de Todopoderoso (Padre Celestial ) y Mesías (Juan 5:36, Hechos 2:22). Sin embargo, los líderes religiosos judíos no interpretaron estos milagros como una señal de su mesianidad, sino más bien como la obra de un Maestro justo de Torá con una conexión especial con el Eterno.

¿Por qué no lo aceptaban como El Mesías? Esto se debía a una confusión en el rol mesiánico de Yeshua, ya que ellos esperaban a un Mesías conquistador y guerrero, como se describe en algunos pasajes de la Escritura (Sal. 2:7-9; 110:1-2, Is. 11:4; 63:1-6). Sin embargo, Yeshua vino a cumplir primeramente el rol mesiánico del siervo sufriente, como se describe en el libro del Profeta Isaías (Isaías 53). Este rol mesiánico estaba velado para muchos, incluso para los discípulos, hasta después de la muerte y resurrección de Yeshua (Lc. 24:25-27, Hch.3:13-15).

Lucas 24:25-27 Biblia Textual (3ª revisión)

25. Entonces Él les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer en todo lo que hablaron los profetas!

26. ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera estas cosas y entrara en su gloria?

27. Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les explicó en todas las Escrituras las cosas referentes a Él mismo.

Lucas 24:44-47 Biblia Textual (3ª revisión)

44. y les dijo: Estas son mis palabras, que os hablé estando aún con vosotros: que tenían que cumplirse todas las cosas que habían sido escritas acerca de mí en la ley de Moisés (Torá), y en los Profetas, y en los salmos.

45. Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras,

46. y les dijo: Así está escrito, que el Mesías padecería y se levantaría de entre los muertos al tercer día,

47. y que se predicaría en su nombre el arrepentimiento para perdón de pecados a todas las gentes, comenzando desde Jerusalem.

1 Corintios 2:8: Ninguno de los gobernantes de este siglo entendió, porque si lo hubieran entendido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.

Hechos 13:27-29: Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes no reconocieron a Yeshua, ni entendieron las palabras de los Profetas que se leen todos los Shabbatot (Días de Reposo), y así cumplieron las Escrituras al condenarlo. Y aunque no encontraron culpa alguna para merecer la muerte, pidieron a Pilato que lo mandara a crucificar.

En conclusión, la genealogía de Yeshua a través de José no es un obstáculo para su mesianidad, sino más bien una prueba de su ascendencia davídica y su legítima reclamación al título de Mesías. La confusión en torno al rol mesiánico de Yeshua, y su interpretación de la Torá, fueron los verdaderos motivos por los que las autoridades judías no lo aceptaron como El Mesías. Sin embargo, la resurrección de Yeshua y su revelación como el Mesías sufriente y glorificado, abrió los ojos de sus discípulos y de muchos otros, para que pudieran entender y aceptar su verdadera identidad como el Mesías de Israel.