EL VERDADERO ISRAEL DE DIOS




EL VERDADERO ISRAEL DE DIOS.

 "Y Dios le dijo: Ponle por nombre Lo-ammí, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo soy vuestro Dios. No obstante, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo: ‘Vosotros no sois mi pueblo’, se les dirá: Hijos del Dios viviente" (Oseas 1:9-10).

DIOS NOS HA ESTADO LLAMANDO, NO SOLO DE ENTRE LOS JUDÍOS, SINO TAMBIÉN DE ENTRE LOS GENTILES.

"¿Y qué hay si él hizo esto, para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, ESTO ES, A NOSOTROS, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles?  Como también en Oseas dice: Al que no era mi pueblo llamaré pueblo mío, y a la no amada, amada. Y será que, en el lugar donde se les dijo: 'Vosotros no sois mi pueblo,' allí serán llamados hijos del 'Dios viviente'" (Romanos 9:24-26).

De ahí que Pablo escribiera:
"
Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en la carne, erais llamados incircuncisión por los de la llamada circuncisión que es hecha con mano en la carne. Y acordaos de que en aquel tiempo estabais sin Cristo, apartados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, estando sin esperanza y sin Dios en el mundo.  Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro esbabais lejos habeis sido acercados por la sangre del Cristo Porque él es nuestra paz, quien de ambos [la Casa de Israel y la Casa de Judá] nos hizo uno. El derribó en su carne la barrera de división, es decir, la hostilidad...Por lo tanto, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios [Israel - Amós 3:2].

Y Pedro, quien dice escribir sus cartas "a los expatriados de la dispersión, en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos conforme al previo conocimento de Dios Padre" (1 Pedro 1:1-2), nos dice que nosotros somos el Israel de Dios, al aplicarnos las siguientes palabras:

"Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en el tiempo pasado no erais pueblo, pero ahora sois Pueblo de Dios; que no habiais alcanzado misericordia, pero ahora habeis alcazado misericordia" (1 Pedro 2:9-10).

¡Solo Israel es "linaje escogido, real sacerdocio, Nación santa y Pueblo adquirido"!

Pero la Casa de Israel había sido rechazada como pueblo de Dios, según Oseas, y según Jeremías, Dios le había dado "carta de divorcio" (Jeremías 3:8).


"Jehovah me dijo en los días del rey Josías: '¿Has visto lo que ha hecho la apóstata Israel? Ella ha ido a todo monte alto; y bajo todo árbol frondoso, allí se ha prostituido.

Y dije: ‘Después que ella hizo todo esto, volverá a mí.’ Pero no volvió; y lo vio su hermana desleal Judá.

Ella vio que precisamente porque la apóstata Israel había cometido adulterio, yo la había despedido y le había dado carta de divorcio. Pero su hermana, la desleal Judá, no tuvo temor; más bien, fue y se prostituyó ella también".


Sin embargo, Dios no se desligó ni le dio "carta de repudio" a la infiel Judá, sino solo a la infiel Casa de Israel. Dios tuvo misericordia de la infiel Casa de Judá porque de ella saldría el Mesías, del linaje de Judá, la casa de David. En Oseas 1:6-7 leemos:


"Ella (la esposa de Oseas) concibió de nuevo y dio a luz una hija. Y Dios le dijo: 'Ponle por nombre Lo-rujama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, y no la soportaré más. 

Pero de la Casa de Judá tendré misericordia y los salvaré por JEHOVAH su Dios. No los libraré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos y jinetes". Pues, estaba profetizado de la Casa de Judá que de ella saldría Sh'loh (es decir, Mesías) y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos (Génesis 49:10).

El asombroso plan maestro del Todopederoso era traer al Mesías bendito por medio de Judá, y así volver a atraer a la Casa de Israel hacia Él...


"La castigaré por los días dedicados a los Baales [dioses y señores falsos], a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí,' dice Jehovah. Sin embargo, he aquí que yo la persuadiré, la llevaré al desierto y hablaré a su corazón [literalmente la volveré a enamorar]." (Oseas 2:13-14).

Finalmente, veremos que Dios volverá a reunir a las dos Casas (la Casa de Israel y la Casa de Judá) en un solo reino, en una sola Nación, en un solo reino.


Ezequiel 37: 15-23:


Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

16 'Tú, oh hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: ‘Para Judá y los hijos de Israel, sus compañeros.’ Toma después otra vara y escribe sobre ella: ‘Para José (vara de Efraín) y toda la casa de Israel, sus compañeros.’

Luego únelas, la una con la otra, para que sean una sola; y serán una sola en tu mano.

Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: ‘¿No nos enseñarás qué significan para ti estas cosas?’,  les dirás que así ha dicho el Señor Jehovah: ‘He aquí, yo tomo la vara de José (que está en la mano de Efraín) y las tribus de Israel, sus compañeros, y la pondré junto con la vara de Judá. Los haré una sola vara, y serán una sola en mi mano.’ 'Las varas sobre las cuales escribas estarán en tu mano, ante la vista de ellos. Y les dirás que así ha dicho el Señor Jehovah: ‘He aquí, yo tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron; los reuniré de todas partes, y los traeré a su propia tierra.  Haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de israel, y todos ellos tendrán un solo Rey (el Mesías). Nunca más serán dos naciones, ni nunca más estrará divididos en dos reinosNo se volverán a contaminar con sus ídolos, ni con sus cosas detestables, ni con ninguna de sus transgresiones. Yo los salvaré de todas sus rebeliones con que han pecado, y los purificaré. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios".

Jesús, el Mesías de Israel, hablando a su audiencia del redil Judío, dijo:

"Tambien tengo otras ovejas que no son de este redil. A ellas también me es necesario traer, y oirán mi voz. Así habrá un solo rebaño y un solo Pastor" (Juan 10:16).

Esas "otras ovejas" no son gentiles paganos (aunque muchos gentiles paganos también han oído la voz y se han unido a Su pueblo), esas "otras ovejas" (no cabras), son las "ovejas perdidas de la Casa de Israel", por las cuales vino el gran Pastor de las ovejas )Mateo 15:24; Lucas 19:9-10; Juan 11:49-52).

Dios nos ha mostrado su gran misericordia al volver a llamarnos de entre las naciones a las cuales nos expulsó por causa de la rebelión de nuestros ancestros. Nosotros debemos corresponder a ese amor con sacrificios aceptables a Él en este tiempo, es decir, "fruto de labios que confiesen Su Nombre".


Shalom Israel!

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