"UN PROFETA COMO MOISÉS"....NO CONTRA MOISÉS.

 

JEHOVÁH TU DIOS TE LEVANTARÁ UN PROFETA COMO YO DE EN MEDIO DE TI, DE ENTRE VUESTROS HERMANOS. A ÉL ESCUCHARÉIS — Deuteronomio 18:15.

Jehovah me dijo: Está bien lo que han dicho.

Les levantaré un profeta como tú, de entre sus hermanos. Yo pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. Y al hombre que no escuche mis palabras que él hablará en mi nombre, yo le pediré cuentas. Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.
— Deuteronomio 18: 17-20.

El sistema religioso cristiano ha hecho de Jesús (Yeshúa) un profeta contra Moisés, no un Profeta como Moisés. Si bien ambos hombres representan al Eterno y hablaron lo que el Eterno les daba que hablasen y que cada uno representa un Pacto diferente, de algún modo Yeshúa (Jesús) contradice a Moisés, descarta al gran profeta Moisés dejándolo como nada. De repente aparece un hombre llamado Pablo de Tarso y trae, según él mismo lo admite, una nueva revelación con una cristología totalmente divorciada de Moisés y de Israel, un cristología anti-judía (aún cuando él mismo era Judío, de la casa de Judá, de la tribu de Benjamin). De repente, el llamado "nuevo testamento" se torna anti-Judío y los separa llamándolos "ellos", como una clase mala, aparte y fuera del contexto histórico hebreo. Ahora se levanta un figura totalmente divorciada de Israel, de sus profetas, de los padres y de la idiosincrasia del Pueblo elegido y receptor de las promesas, del culto, y de la data de la Torá. Y surge una nueva religión que pronto se autoproclama la única verdadera e Israel pasa a un segundo plano y luego es descartado y reemplazado por una super iglesia cristiana totalmente helenizada, llena de filosofía y de la influencia greco-romana. Una Iglesia agresiva y totalmente antisemita.

La cristología greco-romana es acogida muy temprano en el cristianismo paulino, de pronto Cristo, no solo es superior a Moisés, sino que es Dios mismo, el dios del amor, de la paz (aunque la paz no sea inherente en los seguidores cristianos del cristo greco-romano, porque pasaron de ser un movimiento casi subversivo y perseguido a ocupante del trono del imperio romano. Es increíble como se usaron las intrigas políticas y religiosas para formar el nuevo imperio "sacro" romano. Del emperador hubo una mutación al Papa, del sacro imperio romano al "santo imperio" del Papado.

Rencillas, trifulcas, guerras, persecución de los no alineados a la Super iglesia madre, condenaciones, expatriaciones, muerte, cruzadas, matanzas, guerras entre facciones dentro de la misma cristiandad, gritos de reforma (no de volver a la senda antigua), los mismos reformadores se pelearon entre si, limpiezas étnicas...etc., etc., demostraron que el supuesto "pacifismo" cristiano era solo un mito. El pasmoso silencio cómplice de las iglesias (católica y protestante) ante la infamia del Nacismo alemán y el espantoso holocausto (el Shoah) resultante en el asesinato en masa de millones de Judíos en toda la Europa ocupada por Hitler...las iglesias permanecieron mudas...haciéndose cómplices de esas atrocidades. ¡Y ni hablar de la infame "santa inquisición"....el pacifismo del cristo greco-romano y el supuesto amor entre los hermanos quedó en el mas oscuro vacío. ¡La supuesta paz mesiánica ha estado ausente durante los pasados dos mil y tantos años.

Por éstas y muchísimas razones más, uno se pregunta: ¿Era realmente Jesús aquel Profeta como Moisés que el Eterno le levantaría a Israel? Uno de los sabios Judíos del primer siglo, Gamaliel, sentenció lo siguiente, con respecto a la Secta de los Nazarenos:

"Apartaos de estos hombres y dejadles ir. Porque si este consejo o esta obra es de los hombres, será destruida. Pero si es de Dios, no podréis destruirles. ¡No sea que os encontréis luchando contra Dios!" (Según Hechos 5:38-39)

Se podría casi asegurar que aquella obra, en lugar de ser destruida, fue absorbida por un sistema cuya influencia ha sido casi universal, un sistema que ha logrado embriagar al mundo entero, un sistema llamado "Babilonia la Grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra" (Según Apocalipsis 17). ¿Dónde quedó el movimiento original considerado como una secta del Judaísmo? ¡Desapareció! Hoy por hoy, después de 20 siglos, seguimos bajo la influencia babilónica, una especie de exilio espiritual, ya no de 70 años, como lo fue el del pueblo santo, sino de 20 siglos.
Tenemos una inmensa variedad de sectas cristianas todas diferentes, opuestas doctrinal y conceptualmente, cada una con su propia verdad y todas pretendiendo basar sus creencias en el mal llamado "nuevo testamento", documentos que no estuvieron disponibles ni fueron "canonizados por la santa madre iglesia" sino hasta el tercer o cuarto siglo, escogiendo entre cientos de documentos, escogiendo unos y rechazando otros a conveniencia (pues ¿quién los supervisaba? La autoridad eclesiástica y la del Papado eran incuestionables, ellos decían tener la autoridad de Dios en la tierra. El protestantismo antiguo y moderno lo que tiene es un "refrito" de todo lo que la "santa madre iglesia" les heredó.

¿Dónde encontramos hoy en el cristianismo al "Profeta como Moisés"? Ya que este Profeta sería levantado de entre los Israelitas y para Israel, siendo Israel demonizado y reemplazado por un sistema falso de religión, el Profeta israelita para Israel queda en el aire, en suspenso....¡Hasta que venga Shiloh! A Él pertenecerá la obediencia de los pueblos y gobernará desde Jerusalem y dominará de mara a mar y hasta los confines de la tierra y en sus días... los mansos heredarán la tierra y se deleitarán por la abundancia de paz.

"Juzgará a los afligidos del pueblo, Salvará a los hijos del menesteroso, Y aplastará al opresor.
Te temerán mientras duren el sol Y la luna, de generación en generación.
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra.
Florecerá en sus días justicia, Y abundancia de paz, hasta que no haya luna" (Salmo 72:4-7).

¡Que venga pronto el Mesías, que sea en nuestros días!