TRES MUNDOS

 



La Biblia menciona tres mundos o sistemas u orden de cosas los cuáles operan en nuestro planeta tierra. Esos tres mundos son:

El "mundo de entónces" o el mundo que fue, el cual operó desde la creación de Adam hasta el Diluvio o la gran inundación. Aquel mundo terminó con un juicio, la gran inundación, en la cual, solo ocho (8) personas sobrevivieron, Noaj y su familia inmediata. 2da Pedro 3: 3-6:

3 Primeramente, sabed que en los últimos días vendrán burladores con sus burlas, quienes procederán según sus bajas pasiones,

4 y dirán: '¿Dónde está la promesa de su venida? Porque desde el día en que nuestros padres durmieron todas las cosas siguen igual, así como desde el principio de la creación.'

5 Pues bien, por su propia voluntad pasan por alto esto: que por la palabra de Dios existían desde tiempos antiguos los cielos, y la tierra que surgió del agua y fue asentada en medio del agua.

6 Por esto el MUNDO DE ENTÓNCES fue destruido, inundado en agua.

Aquel "Mundo de entónces" llegó a su fin mediante un juicio y el dictamen divino de una destrucción por medio de una inundación. 

3 Primeramente, sabed que en los últimos días vendrán burladores con sus burlas, quienes procederán según sus bajas pasiones,

4 y dirán: '¿Dónde está la promesa de su venida? Porque desde el día en que nuestros padres durmieron todas las cosas siguen igual, así como desde el principio de la creación.'

5 Pues bien, por su propia voluntad pasan por alto esto: que por la palabra de Dios existían desde tiempos antiguos los cielos, y la tierra que surgió del agua y fue asentada en medio del agua.

6 Por esto el mundo de entonces fue destruido, inundado en agua.


Aquel "MUNDO DE ENTÓNCES"  fue destruido mediante una gran inundación de agua. Ese fe el juicio divino determinado en los días de Noaj el "pregonero de Justicia". La Biblia no nos da informació muy detallada de cuánto tiempo duró ese primer mundo o sistema u orden de cosas, pero por las edades de las personas que se mencionan y el hecho de que todas esas personas "engendraron hijos e hijas", sabemos que duró bastantes siglos. Es de notar que todos estos "tres mundos" que estamos estudiando terminan con un juicio, este primer mundo terminó con el terrible juicio de una gran inundación de aguas que destruyó a toda aquella civilización. Solo 8 personas sobrevivieron. Otra cosa que debemos tener presente es que todos estos tres "mundos" funcionan en este planeta tierra...aunque todos estos tres sistemas terminan, la tierra permanece, como dice Eclesiastés 1:4-7:

"Generación va, y generación viene; pero la tierra siempre permanece.

El sol sale, y el sol se pone. Vuelve a su lugar y de allí sale de nuevo.

El viento sopla hacia el sur y gira hacia el norte; va girando de continuo, y de nuevo vuelve el viento a sus giros.

Todos los ríos van al mar, pero el mar no se llena. Al lugar adonde los ríos corren, allí vuelven a correr".

La tierra y su ordenamiento siguen funcionando tal y como Dios los puso a funcionar desde el principio sin importar los juicios que puedan caer sobre los hombres.

EL SEGUNDO MUNDO, el mundo de ahora, el cual la Biblia denomina como "el presente mundo malo", no porque no haya nada bueno en él, sino porque el mal predomina, la injusticia, el dolor y la muerte son factores predominantes en este sistema de cosas, siendo que las naciones han tomado el mismo rumbo de la generación anterior del primer "mundo" en los días de Noaj. La tierra se ha llenado de violencia y se han olvidado de Dios y de la justicia. Al Pueblo santo le ha tocado, como a Noaj, sufrir por la maldad imperante en este sistema de cosas inicuo. Sin embargo, para el pueblo santo (apartado) le sirve para desarrollar un proceder justo, así como Noaj lo desarrolló en su día..y halló gracia delante de Yehováh.

"Pero Noé halló gracia ante los ojos de Yehovah.

Esta es la historia de Noé: Noé era un hombre justo y cabal en su generación; Noé caminaba con Dios" (Gén. 6:8-9). 

Así como Noaj halló gracia ante los ojos de Yehováh, nosotros, por medio del Mesías Jesús hemos hallado gracia y debemos caminar con Yehováh, así como lo hizo Noaj, si es que hemos de ser librados de este presente mundo malo.

"Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,

el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo [mundo/edad] malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén" (Gálatas 1:3-5).

Es de suma importancia entender que nosotros, el pueblo santo (apartado) no debemos conformarnos a este mundo, sino que debemos renovar nuestra mente y vivir (en cuanto de nosotros dependa)  en una manera santa y piadosa de vida, no mostrando el mismo "espíritu" de este mundo, sino renovando nuestro entendimiento día a día.

Juan nos dice que este mundo "yace bajo el poder del maligno"...es decir, vive de una manera pecaminosa haciendo su propia voluntad e ignorando la voluntad de Yehováh. Pero nosotros, el pueblo apartado (santo), viviremos píamente delante de Dios, aunque esto resulte en persecución y en detrimento nuestro. "Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!" (2 Pedro 3:11).

TERCER MUNDO.

Sabiendo que este presente mundo malo llegará a su fin estrepitosamente, debemos de vivir santa y piadosamente. Pero debemos entender que el fin de este presente sistema u orden de cosas no precisa de la destrucción del planeta ni de las vía Láctea, ni del sistema solar, y muchísimo menos del universo que nos rodea. El fin, aunque sí será estrepitoso, lo que llegará a su fin será el reinado de los gobiernos del mundo, los cuales pasarán de las manos humanas a las manos de Yehováh y del Mesías, el cual las "regirá con vara de hierro" para que aprendan justicia. Este "tercer mundo" u orden de cosas, dura desde Noaj hasta la segunda venida del Mesías. Será entonces cuando "El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos" (Apoc. 11:15). Muchas personas cometen el error de tomar el fin de este presente mundo malo como el fin del planeta y de la civilización y que la morada de los hombres será en el cielo. No entienden que los profetas, Jesús y sus apóstoles usaron un lenguaje profético, una hipérbole, un lenguaje exagerado para describir el fin del presente sistema de cosas. Sostienen la idea de que Dios va a quemar la tierra, el cielo y el universo para deshacerse del poderío humano pecaminoso. Eso sería un equivalente a decir que un hombre le prendería fuego a su casa para deshacerse de alguna plaga de ratones o cucarachas. ¡Se pueden eliminar esas plagas sin necesidad que quemar toda la casa! Dios quitará el poder de las manos humanas y lo dará en las manos del Mesías sin necesidad de quemar el planeta y sus entornos.


2 Pedro 3:7-12:

7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,

12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

En este pasaje, Pedro está usando un lenguaje pictórico y una hipérbole (una exageración del lenguaje) para enfatizar el fin estrepitoso que sufrirá el presente orden de cosas en una transición de poderes, el mundo pasará de manos de los hombres a las manos de Dios y ésta no será una transición pacífica. Pero, aunque no será una transición pacífica, no implica la destrucción literal de los cielos y de la tierra, sino que esto es un lenguaje simbólico para demostrar que la transición de poderes no será pacífica.

"los cielos y la tierra que existen ahora"...Después de describir como el primer mundo que duró desde la creación de Adam hasta el diluvio fue destruido, Pedro pasa a describir la destrucción del segundo mundo, es decir del presente mundo malo, que pasará de las manos de los gobiernos humanos a las de Dios y las de Su Ungido. Note el contraste entre el "mundo de entonces" (de los días de Noaj) y de "los cielos y la tierra que existen AHORA". Con Noaj comenzó un mundo nuevo en el que se organizaron las distintas naciones y se les dio gobierno y señorío a los humanos para gobernarse a sí mismos. Esto, debido al pecado, ha resultado en un fracaso y el mundo se ha tornado violento y hasta cierto punto ingobernable. La maldad y el egoísmo han predominado y el pecado se ha tornado sobremanera pecaminoso y perverso. Pero este sistema u orden de cosas se aproxima a su fin para dar paso al Reino de Dios en las manos de Jesús el Mesías. Note que será la "perdición de los hombres impíos", no de toda la humanidad, ni de los cielos y la tierra literales. También Jesús usó ese lenguaje profética en hipérbole cuando dijo: "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas" (Mateo 24:29). Sabemos que esto no es literal porque una estrella suele ser mucho mas grande que la tierra, y eso hace prácticamente imposible que las estrellas caigan del cielo literalmente. Eso sería el in del planeta y de sus sistema solar y hasta del mismo universo. Esto tiene que referirse a la caída del sistema Judío con la destrucción de Jerusalem y del templo en el año 70 AD. Recordemos que esta simbología ya había sido usada en la Escritura para simbolizar a Israel. En uno de los sueños de Yosef (José) el hijo de Jacob, él soñó y en su sueño vio como el sol, la luna y once estrellas se inclinaban delante de él. Cuando le contó el sueño a su Padre Jacob, éste dijo: "¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? (Génesis 37:9-10) 
Aquí vemos en lenguaje figurado y profético que el sol representaba a Jacob, la Luna a su esposa,  las once estrellas a sus once hermanos. También en Apocalipsis, a Israel se le describe proféticamente como: "
una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas" (Apoc. 12:1). Otra vez representando a Jacob, a su esposa y a sus doce hijos. En Apoc. 6:14 se dice que "el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar". Todo esto es un simbolismo de cómo el poder de los gobiernos humanos pasan a manos de Dios y de Su Ungido, y no es que el cielo literal se desvanezca como un pergamino que se enrolla, ni que todas las islas han de ser removidas de sus lugares literalmente.

"Los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas" ...Esto no puede ser literal, ya que supondría la destrucción de la tierra y de todo lo que hay en ella, incluyendo a todos los seres humanos. Si esto fuera literal, ¿sobre quienes iba a reinar el Mesías? ¿Sobre una planeta incinerado y sin habitantes? ¡No tiene sentido! Aquí, la"tierra y las obras que en ella hay" significa los gobiernos humanos y sus regir sobre los asuntos del mundo...por eso es que en el versículo 13, Pedro dice: "Si bien nosotros esperamos cielos nuevos (un nuevo gobierno) y tierra nueva (bajo ese nuevo gobierno divino) según sus promesas, en los cuales la JUSTICIA HABRÁ DE MORAR". Las obras de injusticia de los hombres terminarán y un gobierno justo reinará en su lugar. "El fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos"...No es un fuego literal, ya que el día del Juicio durará mil años y es al final de ese día de mil años que se dará el dictamen para la destrucción de los hombres impíos, los incorregibles, que sufrirán el castigo del "lago de fuego", que tampoco es literal, sino un simbolismo de la segunda muerte o destrucción total y eterna de los malvados.

Al final de los mil años habrá un juicio que marcará el fin del tercer mundo u orden de cosas para dar paso a la eternidad. El Mesías entregará el reino a su Dios y Padre y Dios será el TODO en TODOS.

1 Corintios 15:24-28:

"Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia [al final de los mil años]. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel [a Yehováh] que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas [a Yehováh], para que [Yehováh] Dios sea todo en todos". 

¿Cúal será el resultado neto o el fruto del reinado milenario del Mesías sobre las naciones de la tierra? Veamos Miqueas 4:1-4:

"Acontecerá en los postreros tiempos que el monte [reino] de la casa de Yehováh será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte [reino] de Yehováh, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado".

¡Habrá por fin paz universal! ¡Las naciones aprenderán justicia y las guerras serán cosa del pasado! ¡Las naciones comerán del fruto del árbol de la vida y les será por sanidad y vivirán para siempre sobre la tierra y se recrearán en la abundancia de paz! — Salmo 37:9-11,29).

Como ya vimos, la destrucción del presente mundo no será literal, ni el fuego será literal, ni toda la humanidad ha de ser destruida, sino que habrá un cambio de mando, los reinos del mundo vendrán a ser de Yehováh y de Su Ungido. El gobierno pasará de manos humanas a las manos del Mesía gobernante que reinará hasta que haya sometido todo poder y autoridad y a todo enemigo...siendo la muerte el postrer enemigo en ser destruido. Y por fin se escucharán las siguientes palabras....

"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.  Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas" (Apoc. 21:1-5).



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