¿Por qué es tan difícil entender correctamente la Biblia?
Sin temor a exagerar debo comenzar diciendo que no pocos al pretender interpretar el Mensaje de la Biblia han obtenido como resultado un auténtico desastre. Puedes comprobarlo tan solo echando un vistazo a los muchos grupos que brotan por todas partes, todos predicando una enseñanza distorsionada que creen han extraído de la Biblia y con la que desgraciadamente no cesan de sumar adeptos entusiasmados con un mensaje que no solo es absurdo sino también errado.
Y es que la Biblia es un libro al que cualquiera puede tener acceso, pero no a cualquiera le será dado entender como es debido.
Hay varias razones por las cuales se dificulta entender correctamente el Mensaje de la Biblia, pero por ahora hablaremos solo de las tres principales:
La primera es intentar acceder al conocimiento de la Biblia sin tener la guía del Espíritu Santo (Efesios 1:17). En este punto seré extremadamente conciso y solo añadiré que la Biblia no es un libro como los demás, sino un tabernáculo cuyo Habitante, EL PODEROSO DE ISRAEL, nos da la bienvenida e incluso nos toma de la mano siempre y cuando accedamos con la humildad y limpieza requeridas (1 Corintios 1:18-21 / 1 Corintios 2:14 / 1 Corintios 3:19-20).
La segunda ocurre cuando no se toma en cuenta el contexto cultural tan diferente al nuestro del que provienen los Escritos que conforman la Biblia y se pretende interpretar con la mentalidad moderna y occidental un Mensaje que en primera instancia lo recibió una civilización antigua y oriental.
Por ejemplo, si bien los antiguos estaban al tanto de lo dañino que resultaba ingerir vino en exceso (Génesis 9:21 / Efesios 5:18) ellos asociaban ese producto de la vid con temas tan benignos como la prosperidad, la salud (Cantares 7:9 / Juan 2: 1-10) y por supuesto con el Espíritu Santo (Mateo 26: 27-28 / Juan 15:1).
Resolver este segundo obstáculo es relativamente sencillo. Simplemente debes indagar sobre el contexto de la sociedad para los que fue escrita la Biblia: sus usos y costumbres, sus creencias, sus mitos, sus temores, lo que les producía dicha y lo que les producía infelicidad. En este punto no hay por ahora razón para detenernos más de lo debido.
Ahora bien, la tercera razón por la cual se ha dificultado entender correctamente el Mensaje de la Biblia es un tanto más compleja y consiste en la dificultad para establecer EL CRITERIO CORRECTO a través del cual se debe estudiar TODA LA ESCRITURA. En este tercer punto nos vamos a detener un poco más.
Criterio para entender la Biblia
«Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, ASÍ SERÁ MI PALABRA que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié». Isaías 55:10-11
«El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva». Juan 7:38
El conocimiento de la Palabra de Dios es un río que viene del Cielo y penetra en ti para fluir hacia los demás como un torrente de agua viva y cristalina. Pero si observas bien, en el cauce de cualquier río hay estorbos: piedras, troncos, basura, etc. ¿Has visto los diques que construyen los castores para detener el avance de los ríos? Aquí te pongo una de esas construcciones, observa muy bien las dos imágenes:
La bella construcción de la imagen de arriba (un hermoso dique) es tu conocimiento actual de la Biblia y la simpática imagen de abajo eres tú. ¡No, no me malentiendas! solo estoy hablando en sentido figurado.
¿Qué pensarías si te dijera que en tu forma de entender la Biblia hay mucho, pero mucho estorbo que, al igual que un castor, te has esmerado en construir?
Por diferentes razones, a lo largo de nuestra vida construimos en nuestra mente y corazón información defectuosa acerca de la Palabra que detiene la fluidez de la revelación Divina a través nuestro.
Para dejar atrás todo ello y entender la Biblia debidamente deberás comenzar de nuevo y establecer UN CRITERIO a través del cual darás coherencia a todo el conocimiento que vas a recabar de ahora en adelante. Bajo esa premisa te voy a compartir LOS DOS PUNTOS BÁSICOS que conforman el criterio que durante décadas he usado y con el que he enriquecido mi conocimiento de la Escritura de una forma no solo abundante sino también sobrenatural.
Con el criterio que te voy a proponer usar para estudiar tu Biblia no solo entenderás el pasado del pueblo al que VERDADERAMENTE PERTENECES, sino también el presente y el futuro. Para ti ya no habrá secretos, ni misterios, ni confusiones. Habrás entrado al círculo de confianza del Señor Jesucristo (Marcos 10:32 / Daniel 12:10) y Él personalmente te revelará todo lo que necesites saber (Mateo 7:7-8) y lo más importante: TE DARÁ PODER (Apocalipsis 11:5).
Así que antes de comenzar a estudiar la Escritura a fondo hay dos verdades o puntos básicos que debes tener en cuenta. Con estos DOS PILARES construirás el criterio a través del cual entenderás a la perfección el Mensaje de Dios a través de la Biblia:
- La Biblia está escrita para el pueblo de Israel.
- Israel no solo son los judíos.
Una vez que consigas alinear permanentemente estas dos verdades al estudio de la Biblia tu entendimiento no solo se volverá diáfano, torrencial y fluido, como un río nutrido, cristalino y sin estorbos (Juan 7:38 / Ezequiel 47:1-10), sino también a prueba de confusiones, torceduras y engaños.
A continuación hablaremos brevemente de cada uno de estos dos puntos:
a. La Biblia está escrita para el pueblo de Israel
La Biblia, Escritura o Palabra de Dios es un libro (o mejor dicho, una colección de Escritos sobrenaturales) llevado a cabo con el fin de que el pueblo santo, elegido por El Señor, apartado de entre las demás naciones para salvación eterna (Deuteronomio 7:6 / Isaías 45:17), encuentre el camino de regreso al Padre.
Pero si bien, como ya lo dije al principio, la Biblia es un libro al que cualquier persona puede tener acceso, no es un libro a través del cual CUALQUIERA PUEDA ESCUCHAR la Voz de Dios y su Instrucción. Como ya veremos en su momento, para ello primero hay que pertenecer al pueblo de Dios y mantenerse en obediencia a lo que El Señor manda a través de lo que dice ahí (1 Corintios 15:2).
b. Israel no solo son los judíos
Israel son doce tribus (más Leví), diez de las cuales se perdieron hace siglos pero según las profecías han de ser encontradas y rescatadas por UN SALVADOR (Efesios 3:4-6).
Tú perteneces al pueblo elegido ¿Cómo es que puedo afirmar tal cosa? En primera porque así lo dice la Escritura; y en segunda porque has creído en ESE SALVADOR que es Jesucristo y hay en ti un deseo de aprender de la Palabra de una forma más profunda, poderosa y sobrenatural y eso no viene de ti sino que es un llamado que has recibido desde lo Alto.
A las diez tribus que pertenecieron a la nación al norte de Judá y se perdieron siendo esparcidas por el mundo la Biblia les identifica como la Casa de Israel. Hay un basto número de promesas para esa porción del pueblo elegido, pero por una maligna razón (que no voy a explicar aquí) hay quien ha tratado de mantener oculto el linaje de esa porción del pueblo.
Por siglos a los seguidores del Mesías de Israel rescatados de entre las naciones el mundo les ha llamado cristianos (Hechos 11:26), y no es de ninguna forma que ese apelativo tenga algo de malo, puesto que cristiano simplemente significa seguidor del Cristo o Mesías. Pero a fin de entender con transparencia el Mensaje bíblico es absolutamente indispensable tener siempre en cuenta que a esa parte del pueblo elegido, esparcida por el mundo y poseedora de abundantes y maravillosas Promesas, NUESTRO PADRE CELESTIAL LES LLAMA LA CASA DE ISRAEL.
Si bien el término cristianos, como ya lo anotamos, no tiene absolutamente nada de malo, es un apelativo que no conecta como debería a esa parte del pueblo de Dios con la Promesa dada por medio de los profetas a la Casa de Israel, Promesa que prodigiosa y puntualmente se ha venido cumpliendo a través de estos dos mil años y que está por llegar a su culminación.
Como podrás comprender, es la omisión del verdadero nombre de la Casa de Israel lo que ha venido causando una gran confusión al interpretar las Escrituras (sobre todo en lo que respecta a la parte profética) mas si haces el ejercicio de comenzar a estudiar de nuevo la Biblia pero ahora teniendo en cuenta que los así llamados cristianos en realidad son la Casa de Israel experimentaras, como algún día me sucedió a mí, que las puertas del conocimiento bíblico se abren de par en par ante ti y todo ese cúmulo de información se alineará en forma lógica y por demás comprensible.
Así que en esta serie de lecciones te diré todo lo que necesitas saber (y tal vez un poco más) sobre la identidad de los seguidores del Señor Jesucristo, los cristianos, o mejor dicho, LA CASA DE ISRAEL.
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