DIFERENCIAS ENTRE El PADRE SANTO PODEROSO Y YESHUA EL MESÍAS
"Tu Palabra es Verdad"
Es necesario trazar una fina línea entre aquellos pasajes que hacen hincapié en el grado en que "El Poderoso Padre verdadero estaba en Cristo", y aquellos que destacan su humanidad. Estos últimos pasajes hacen imposible justificar bíblicamente la idea de que Yeshua es El Poderoso Padre mismo, "verdadero Poderoso Padre de verdadero Poderoso", como declara erróneamente la doctrina de la trinidad. (Esta frase "verdadero "Poderoso Dios de verdadero Dios" se usó en el Concilio de Nicea en el año 325 de nuestra era, donde se promulgó por primera vez la idea de que Dios es una ‘Trinidad’, y era desconocida por los primeros cristianos). La palabra ‘Trinidad’ nunca aparece en la Biblia. El estudio profundizará en la victoria total de Cristo sobre el pecado, y la parte que tuvo Dios en eso. A medida que comenzamos estos estudios, recordemos que la salvación depende de un correcto entendimiento del verdadero Jesucristo (Jn. 3:36; 6:53; 17:3). Una vez que hemos llegado a este verdadero entendimiento de su conquista sobre el pecado y la muerte, podemos bautizarnos en él a fin de participar de esta salvación.
Uno de los resúmenes más claros de la relación entre Dios y Jesús se halla en 1 Timoteo 2:5: "Por que hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre". Una reflexión sobre las palabras destacadas lleva a las siguientes conclusiones:
-Como hay sólo un Dios, es imposible que Jesús pudiera ser Dios; si el Padre es Dios y Jesús también es Dios, entonces hay dos Dioses. "Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre" (1 Co. 8:6). Por lo tanto, ‘Dios el Padre’ es el único Dios. Así que, es imposible que pueda haber un ser separado llamado ‘Dios el Hijo’, como lo afirma la falsa doctrina de la Trinidad. El Antiguo Testamento también presenta a Yehováh, el único Dios, como el Padre (Is. 63:16; 64:8; Sal 83:18).
-Además de este solo Dios, está el mediador, el hombre Cristo Jesús- "...y un solo mediador..." Esa palabra "y" indica una diferencia entre Cristo y Dios.
"No hay más que un solo Dios, no hay más que un solo Mediador, Cristo Jesús, hombre, él también" — 1 Tim 2:5 - Biblia de Nuestro Pueblo.
- Que Cristo es el "mediador" significa que él es un intermediario. Un mediador entre el hombre pecador y Dios sin pecado no puede ser Dios mismo; tenía que ser un hombre sin pecado, de naturaleza humana pecadora. La frase "Cristo Jesús, hombre él también" no nos deja en duda en cuanto a lo correcto de esta explicación. Aun cuando esta escribiendo después de la ascención de Jesús, Pablo no habla del Dios Cristo Jesús, sino que enfatiza que es hombre.
Varias veces se nos recuerda que "Dios no es hombre" (Nm. 23:19; Os. 11:9): no obstante, Cristo era claramente "el Hijo del Hombre", como a menudo se le llama en el Nuevo Testamento, "Jesucristo hombre". El texto griego lo llama "Hijo del Anthropos", es decir, de la humanidad (hijo de un hombre y de una mujer, como todos los hombres). En el pensamiento hebreo "el Hijo del Hombre" significa un hombre común y mortal (Is. 51:12). "Porque por cuanto la muerte entró por un hombre [Adán], también por un hombre [Jesús] la resurrección de los muertos" (1 Co. 15:21). Él fue llamado el "Hijo del Altísimo" (Lc. 1:32). Que Dios sea "el Altísimo" indica que sólo Él tiene la celsitud última.; que Jesús sea "el Hijo del Altísimo" muestra que él no puede haber sido Dios mismo en persona. El lenguaje mismo de Padre e Hijo que se usa con respecto a Dios y Jesús, hace obvio que ellos no son iguales ni lo mismo. Aunque un hijo puede tener ciertas similitudes con su padre, él no puede ser exactamente la misma persona ni tener la misma edad que su padre.
En consonancia con esto, hay varias diferencias obvias entre Dios y Jesús, que claramente muestran que Jesús no es Dios mismo.
Dios no puede ser tentado" (Jacobo 1:13).
Cristo "fue tentado en todo según nuestra semejanza" (He. 4:15).
Dios no puede morir –Él es inmortal por naturaleza (Sal. 90:2; 1 Ti. 6:16).
Cristo murió y estuvo en la tumba durante tres días (Mt. 12:40; 16:21).
Los hombres no pueden ver a Dios (1 Ti. 6:16; Ex. 33:20).
Los hombres vieron a Jesús y lo palparon,1 Juan. 1:1 recalca esto.
Cuando somos tentados, nos vemos forzados a elegir entre el pecado y la obediencia a Dios. A menudo elegimos desobedecer al Creador Poderoso verdadero y Único. El Mesías tuvo las mismas opciones, pero siempre eligió ser obediente. Por lo tanto, él tuvo la posibilidad de pecar, aunque realmente nunca lo hizo. Es inconcebible que El Padre Poderoso tenga posibilidad de pecar.
Hemos mostrado que la simiente de David prometida en 2 Samuel. 7:12-16 era definitivamente el Mesías . El versículo 14 habla de la posibilidad de pecar que tenía el Mesías: "Y si él hiciere mal, yo le castigaré".
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