¿A QUÉ "DIABLO" DESTUIRÍA YESHÚA (JESÚS) POR MEDIO DE SU MUERTE?

 

UN PODEROSO ENEMIGO REDUCIDO A LA IMPOTENCIA.

 

¿Cual fue el "diablo" que Jesús destruyó con su propia muerte, de acuerdo con Hebreos 2:14-15? ¡Sería un super poderoso ser maligno o "dios del mal" según plantea la religión? Leemos:

 

"Por tanto, puesto que los hijos han participado de carne y sangre, de igual manera él participó también de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el dominio sobre la muerte (éste es al diablo), y para librar a los que por el temor de la muerte estaban toda la vida condenados a esclavitud" (Hebreos 2:14-15 - RVA 1989).

 

La respuesta es sencilla realmente, pues leemos en 1 Corintios 15:3, que "el Mesías murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras". Además, nos dice en los versículos 54 al 57:

54 Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá° la palabra que ha sido escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!°

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?° ¿Dónde, oh muerte,° tu aguijón?

56 Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

57 ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de Jesús el Mesías, Señor nuestro! (Biblia Textual).

 

¡Entónces entendemos que la victoria de Yeshúa (Jesús) fue sobre el pecado y sobre la muerte! ¡No se menciona a ningún "ser o dios maligno aquí! Solo si venimos a las Escrituras con una mente ya predispuesta e influenciada por dogmas cristianos aprendidos se puede inferir que aquí Pablo menciona a un diablo cósmico o "dios del mal".

 

La verdad es que el "diablo" al que Yeshúa (Jesús) destruyó con su muerte sobre el madero fue al pecado que nos acusaba delante de Dios y la muerte resultante...¡porque la paga del pecado es muerte!

¡Solo una victoria sobre el pecado y sobre la muerte resultante tiene sentido aquí! Pablo no menciona a ningún dios del mal en ninguna de sus epístolas. El supuesto "dios de esta edad" que se menciona en 2 Corintios 4:4, que cegaba los ojos del entendimiento a los que en aquel tiempo rechazaban el evangelio de la gloria del Mesías, era el sistema religioso del Judaísmo de aquel tiempo que se oponía al Mesías y a sus Emisarios por dondequiera que estos iban predicando que Yeshúa era el Mesías. 

 

De manera que, según el contexto de 2 Corintios 3 y 4, el "dios" de aquella edad, cuyo velo aún estaba sobre el corazón de los que se oponían al Mesías y a Su evangelio, era el dios Moisés. ¡Moisé era el "dios" [la Autoridad y el poder] de aquella edad, no ningún ser maligno u dios universal del mal. Por la Escritura sabemos que no hay más que un solo y único Dios, el ETERNO, el Dios y Padre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías! Ni antes ni después de Él ha sido formado ningún otro Dios. 

 

Si hoy podemos tener perdón de pecados y la esperanza de la resurrcción y la vida eterna en el Olám Habá (el mundo Venidero) es porque Yeshúa, nuestro Amado Mesías, murió para que por medio de su muerte destruya el pecado y la muerte, cuyo poder era la Ley que nos acusaba como pecadores. ¡Gracias al ETERNO y SOBERANO DIOS que nos proveyó un Mesías que nos libra del pecado y de la muerte, según el maravilloso Plan de las Edades!

 

Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible y único Dios, sean honor y gloria por los siglos de los siglos, amén. — 1 Tim 1:17.