ISRAEL Y LOS SISTEMAS RELIGIOSOS DEL MUNDO (PRIMERA PARTE)

 

 

 

 

Las religiones del mundo no son mas que sistemas estáticos y caducos...Al Eterno no se le puede color en una caja, ni en un cuadro doctrinal, ni siquiera en un libro...¡Él está por encima de todo eso! En la biblia se nos da información acerca de Él, de Su designio y de Su plan, es algo así como un mapa hacia un tesoro, pero Él es el más grande tesoro, el conocimiento de Él, supera a todos los conocimientos, a todas las ciencias. Los sistemas de religión con sus teologías diversas y contradictorias, solo tienen una vaga idea de quién y qué es Dios. Todas expresan sus diversas ideas y le llaman "verdades", y hay quiénes osan llamarlas "la Verdad". Sin embargo, la verdad de Dios es progresiva, está yendo siempre adelante, como una "antorcha que alumbra en un lugar oscuro", los sistemas de religión se han sentado a la orilla del camino, la antorcha pasó y continuó alumbrando, pero los que se quedaron sentados junto al camino por donde la antorcha pasó, se quedaron a oscuras, solo con el recuerdo y una vaga idea de la luz de la antorcha. ¡Definitivamente Dios es más grande de lo que cualquier sistema de religión pueda pensar o entender! Él es luz, y su revelación luz que avanza, así que no se ajusta a los sistemas estáticos que se vuelven caducos después que la luz pasa y ellos no caminan al paso de la luz. El Eterno se le reveló a Israel en el Sinaí, fue el encuentro inicial, poderoso y el más importante de todos los eventos antes y después. Pasaron siglos hasta que el reino de Dios a través de Israel fracasara y terminara dividido en dos grandes partes..una parte compuesta por diez (10) pedazos y la otra parte por dos (2) pedazos. Con el tiempo, la parte mas grande, la de los diez pedazos, fue esparcida por todas las naciones y asimiladas por el gentilicio. Se olvidaron de sus raíces y de su identidad...el Eterno les dio carta de divorcio a Israel y la echó de su presencia...diciédoles: "Uetedes ya no son mi pueblo, ni yo soy más vuestro Dios" (Jeremías 3:8; Oseas 1:9). Al igual que la Casa de Israel, la Casa de Judá, compuesta por las dos tribus y por los Levitas, tambien se prostituyó y cometió infidelidad. Sin embargo, Dios continuó su trato con ella hasta que apareció en la escena profética uno departe de Dios, el Mesías tan esperado. La Casa de Israel, salvo un pequeño remanente, desechó y rechazó al Mesías, tal y como estaba profetizado que lo haría...estaba escrito que ellos rechazarían a "la piedra", que vendría a ser la "principal piedra del ángulo, escogida y preciosa"....e les convirtió en "piedra de escándalo y de tropiezo". No obstante, el Propósito continuaría hacia adelante...La búsqueda de las "ovejas perdidas de la Casa de Israel" continuaría a pesar del surgimiento posterior de un sistema de religión totalmente distanciado de Israel y del propósito de Dios. Como bien dijo Jacobo: "Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de entre ellos PUEBLO PARA SU NOMBRE"...ese "pueblo para Su nombre" no es ni tiene nada ver con los sitemas de religión surgidos siglos despues del ocultamiento del Mesías. Ese sistema de religión, una extraña mezcla de Judaísmo/mesianismo/paganismo, auto proclamado "Judeo-cristiano" desecha a Israel y lo reempaza por una "iglesia" totalmente divorciada de las raíces hebreas. Cuestiones políticas y religiosas influyeron en la formación de dicho sistema, el cual, aun con la llamada "Reforma", sigue alejado de Israel y del propósito de Dios. Muchos en la rama "evangélica" de la reforma, continúan considerando a Israel como "pueblo de Dios", pero la "Iglesia", el otro pueblo, es muy superior. El problema es que Dios no tiene dos pueblos escogidos, sino UNO, ISRAEL...el "Olivo natural", el de la "rica savia", y aunque haya ramas de olivos silvestres que estén siendo injertadas a Olivo natural, esas ramas injertadas no descomponen la naturaleza del olivo. Ahora entendemos que desde el ocultamiento del Mesías después de haber sido levantado de entre los muertos, Dios ha estado reunisndo en UNO a Sus hijos que estaban esparcidos (Juan 11:49-52). ¡AL FINAL DE CUENTAS, TODO ISREAL SERÁ SALVO!

Continuará.