EL MESÍAS DE LA TORÁ
DICE LA TORÁ:
"Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande. Si alguno no escucha mis palabras, las que ese profeta pronuncie en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas de ello" (Devarim/Deuteronomio 18:18,19).
EL ETERNO prometió levantar de entre los benei Israel (los hijos de israel) un profeta semejante a Moisés. Sería un hombre, no un dios, ni un semi-dios,,sería un hombre en cuya boca el Eterno pondría sus palabras...Ese hombre hablaría las palabras que D-os pusiera en su boca, es decir, que hablaría lo que Dios le diera que hablar.
YESHÚA recalcó su misión profética al decir:
"Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Di-s o hablo yo por mi cuenta. El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él" (Yojanán (Juan) 7:16-18).
"Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar" (Juan 12:49).
Entónces, Yeshúa como el gran profeta semejante a Moisés, enviado por el Eterno como lo fue Moisés, nacido en semejante oposición como nació Moisés, habiendo oido del Eterno directamente como oyó Moisés...nunca se igualó al Eterno. Aún cuando Moisés fue como Dios y Aarón fue su profeta, Moisés no se creyó Dios...tampoco se creyó Dios el Ungido Yeshúa.
A Moisés los Judíos con el tiempo lo convirtieron en su dios, no creían ni creen que haya habido alguien semejante y menos aún superior en ministerio que Moisés. Pero Yeshúa si tiene un ministerio muy superior al de Moisés....Yeshúa fue hecho Señor y Mesías...en él se hizo carne la palabra del Eterno...venció el pecado, aun cuando fuera tentado en todo como lo somos todos los hombres, él no pecó, él permaneció fiel, aun hasta la muerte, por eso lo resucitó el Eterno despues de tres días y tres noches.
"El Di-s de nuestros padres resucitó a Yeshúa a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero. A éste le ha exaltado Di-s con su diestra como Jefe y Salvador, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados" (Hechos 5:30-31).
Aun cuando la figura y la persona de Yeshúa se idealizado y se has trastocado su Mesiandad elevándolo a un ser divino, "Dios de Dios, luz de luz" por los concilios eclasiásticos 100, 200, 300 años después de su ocultamiento, la figura del gran Profeta resalta como el Majestuoso Mesías de Israel, el cuál vendrá a poner orden y a traer paz a este convulsionado mundo y a levantar el reino de Israel al sitial que siempre debió tener; y desde Jerusalem, la ciudad del gran rey, gobernará a las naciones y estas aprenderán justicia y convivir entre si, sin querer liquidarse las una a las otras con guerra y amenazas de extinción con sus poderío nuclear. El Mesías volverá, saldrá de su ocultamiento y tomará las riendas del reino del Eterno sobre la tierra. ¡Venga Tu reino, y hágase Tu voluntad, oh Eterno, aquí en la tierra como se hace en el cielo!
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