¿QUÉ DESCENDIÓ SOBRE LOS DISCÍPULOS EN EL DÍA DE SHAVUOT O PENTECOSTÉS?
¿Qué les prometió el Santo Maestro?
"Pero recibirán la fuerza del espíritu santo que vendrá sobre ustedes, y serán testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo" (Hechos 1:8).
¡VENDRÍA UN PODER SOBRE ELLOS! ¡EL GRAN PODER DEL PADRE!
¡UN PODER, NO UNA "TERCERA PERSONA"!
"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos.
De repente vino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban. Aparecieron lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Se llenaron todos de espíritu santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras [idiomas extranjeros], según el espíritu les permitía expresarse" (Hechos 2:1-3).
Es importante notar que se habla de "un viento fuerte que llenó toda la casa", como una ráfaga huracanada, este "viento" no era una "persona", sino un poder procedente de Dios Todopoderoso.
Examinemos la etimología de la palabra "espíritu" para que podamos llegar a una conclusión correcta de qué fue lo que se derramó sobre los Discípulos en aquel día de shavuot o pentecostés.
La palabra "espíritu" es "ruach" en Hebero, y en Griego, es la palabra "Pneuma" o "neuma". En ambos casos está relacionada con viento, aire, brisa, y en ambos casos es una palabra que es término femenino, no masculino. En el Hebreo, leemos en Génesis 1:2:
"Y el soplo de Dios se movía sobre la superficie de las aguas". La etimología de esta palabra "soplo" o espíritu:
"Espíritu proviene del latín spiritus, que significa 'respiro' y todo lo relacionado con el elemento aire. Se traduce al griego como pneûma, que se relaciona con 'aliento', 'respiración', 'espíritu''.
"¿Cuál es el origen de la palabra espíritu?
La palabra espíritu viene del latín spiritus y este del verbo spirare (soplar). Se asocia a una raíz indoeuropea *(s)peis- (soplar), que posiblemente sea una onomatopeya del sonido que hace uno al espirar. De spirare también nos llegan las palabras: aspirar, espirar, inspirar, respirar, suspirar, transpirar, etc."
"¿Cuál es la palabra hebrea para espíritu?
Ruach (pronunciado roo-akh) es la palabra hebrea para espíritu, aliento o viento. Cuando se pronuncia, la palabra involucra la respiración y los pulmones" (Diccionario Etimológico Chile).
La Biblia traduce la palabra Ruach a todas las palabras en inglés antes mencionadas. Lo que significa que cuando leemos nuestra Biblia, es posible que no siempre nos demos cuenta de que en hebreo estos versículos tenían algo muy importante en común.
Ruach se describe como un viento (por ejemplo, en Números 11:31 y Éxodo 10:13), pero también como espíritu (en Jueces 6:34, 1 Samuel 16:14 y 1 Reyes 18:12). Y luego, en Job se traduce como aliento (12:10).
De modo que estas palabras "Ruach" y "Pneuma", está asociadas con aire, brisa, viento. De la palabra griega "pnuma" nos ha llegado la palabra "neumático", pues estos están llenos de aire.
Lo que llenó la casa donde estaban los Discípulos en Shavuot fue un viento fuerte, no fue una persona, y mucho menos una supuesta "tercera persona" de una supuesta tri-unidad.
En Eclesiastés 3:18-21, leemos lo siguiente con respecto al hombre y a los animales:
18 Acerca de los hombres, pensé así: Dios los prueba para que vean que por sí mismos son animales;
19 en realidad hombres y animales tienen la misma suerte: muere uno y muere el otro, todos tienen el mismo aliento de vida [ruach-espíritu- respiración] y el hombre no supera a los animales. Todos son de corta duración.
20 Todos caminan al mismo lugar, todos vienen del polvo y todos vuelven al polvo.
21 ¿Quién sabe si el aliento del hombre sube hacia lo alto y el aliento del animal baja a la tierra?
Esa pregunta Salomón la deja en el aire, no la contesta. Pero sabemos que el aliento del hombre vuelve a Dios, que fue quien lo dió, porque solo el hombre tiene la esperanza de la resurrección, el aliento de los animales baja con ellos al polvo, ya que para ellos no hay ninguna promesa de resurrección.
"y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el aliento vuelva a Dios, que lo dio" (Eclesiastés 12:7).
Conclusión:
Por ninguna parte de la Escrituras encontramos la idea de que el espíritu de Dios sea una persona, o una "tercera persona" de algún dios trino, tampoco que sea un ser interior en el hombre con inteligente y vida independiente del cuerpo. Todas esas teorías son inventadas por hombres.
En Efesios 4:22-24, Pablo nos exhorta de la siguiente manera:
"Despójense de la conducta pasada, del hombre viejo que se corrompe con sus malos deseos; renuévense en su espíritu de su mente; y revístanse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios con justicia y santidad auténticas".
Allí también la palabra "espíritu de vuestra mente" es la palabra "Pneuma" para espíritu, y la palabra "nous" para mente, inteligencia o entendimiento. Nada que ver con una persona interna o ente separado del hombre. Pablo nos exhorta a renovar nuestra mente o entendimiento para poder llegar a la "estatura de hombre perfecto y a la madurez de la plenitud del Mesías".
En pentecostés lo que se derramó fue el poder de Dios, poder que equipó a los Discípulos para ser testigos del Mesías en todo el mundo habitado. También nos equipa a nosotros para poder alcanzar la estatura de hombres perfectos y la madurez de la plenitud del Cristo.
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