EL HIJO DE DIOS Y SU ETERNIDAD...UNA EXPLICACIÓN RAZONABLE
Si me preguntáis si el Hijo de Dios (Jesucristo) es eterno, os diré que sí, pero no es desde la eternidad hasta la eternidad. Me explico. Diferente al Poderoso Dios, el Hijo de Dios tuvo un principio, cuando fue engendrado en el vientre de su madre María (Mariam), así que Jesús era un hombre mortal de carne y huesos. De haber sido eterno, un ser inmortal, no hubiera podido morir. ¡Y él murió!
"Porque primeramente os entregué lo que también recibí: Que el Mesías murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
que fue sepultado y que fue resucitado al tercer día, conforme a las Escrituras; y que fue visto por Cefas, y después por los doce. Después fue visto por más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales aún viven, y algunos ya duermen" (1 Cor 15:3-5).
"y el que vive, aunque estuve muerto, pero he aquí vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades" (Apocalipsis 1:18).
De modo que la muerte sí se enseñoreó de Jesús, estuvo muerto tres días y tres noches. Mateo 12:39-40:
"Él, respondiendo, les dijo: Una generación malvada y adúltera demanda una señal milagrosa, pero no le será dada otra señal que la señal del profeta Jonás; porque exactamente como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches".
¡El corazón del evangelio es exactamente ese, la resurrección de Jesús de entre los muertos! ¡De nada serviría un salvador muerto! Un Caudillo muerto podría llegar a ser un héroe, pero un héroe muerto, pero al ser resucitado, Jesús es un Caudillo vivo, y es un Salvador viviente. La redención está basada, no solo en la muerte de Jesús, pero más aún en su resurrección. ¡Un Salvador resucitado es nuestra esperanza de resurrección! Si Jesús continuara muerto y sepultado, sería solo un buen hombre que murió por una justa causa, pero ya estaría muert, sin ningún poder para vivificar a nadie.
"Pero ahora: ¡El Mesías fue resucitado de entre los muertos como primicias de los que duermen! (Porque por cuanto la muerte vino POR MEDIO DE UN HOMBRE, TAMBIÉN POR MEDIO DE UN HOMBRE LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS. Porque así como en el ADAM todos mueren, así también en el MESÍAS todos serán vivificados" (1 Cor 15:20-22).
¡TANTO LA CAÍDA COMO EL LEVANTAMIENTO DE LA RAZA HUMANA TENÍAN QUE SER HECHOS POR UN MIEMBRO DE LA MISMA RAZA, ADAM Y EL MESÍAS O CRISTO! De modo que el postrer Adam (hombre) sufrió la muerte (gustó la muerte por todos (Hebreos 2:9) pero fue resucitado de entre los muertos, y ahora es un salvador viviente.
Otro punto importantísimo es que el Mesías Jesús fue "coronado de gloria y de honra A CAUSA DEL PADECIMIENTO DE LA MUERTE, para que por la gracia de Dios gustara la muerte por todos" (Heb 2:9). Si él hubiese sido un ser inmortal y eterno no hubiera podido "gustar la muerte" y mucho menos "por todas", y muchísimos menos ser "coronado de gloria y honra". No existe una exaltación a una posición mas elevada que la de Dios mismo. Jesús fue exaltado a lo sumo por Dios y hecho "Señor y Mesías" (Hechos 2:36) y además fue designado por "Príncipe y Salvador, para dar a ISRAEL arrepentimiento y perdón de pecados" (Hechos 5:30-31).
De modo que Jesús no tenía inmortalidad, no era un ser inmortal ni eterno, sino que era un hombre que tuvo que enfrentar, no solo las tentaciones comunes que le sobrevienen a todos los hombres, sino que tuvo que gustar la muerte, ser sepultado y luego ser resucitado por el poder de Dios, el Dios de nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob. ¡En esto estriba el mérito de Jesús como salvador y redentor!
Los que insisten en enseñar que Jesús era Dios encarnado, el Dios todopoderoso hecho hombre, obvian el hecho que, el hecho de haber hecho todo lo que hizo como un dios, no le da ningún mérito, no es ningún ejemplo, no podía ser "un Profeta de entre sus hermanos (israelitas) como había sido profetizado por Moisés y confirmado por Dios mismo (Deuteronomio 18:15, 17-19).
"Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay; que por medio del Espíritu Santo, por boca de tu siervo, nuestro padre David, dijiste: ¿Por qué se amotinan las naciones, Y los pueblos piensan cosas vanas? [Salmo 2]
Acudieron los reyes de la tierra, Y los príncipes a una se reunieron Contra Yehováh, y contra su Ungido [Mesías-Cristo]. Porque verdaderamente se aliaron en esta ciudad [Jerusalem] contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los pueblos de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu designio predestinaron que sucediera" (Hechos 4:24-28).
El testimonio apostólico es contundente en cuando a la humanidad de Jesús, en cuanto a mesiandad, en cuanto a su sumisión como "santo Siervo de Dios", por tal razón, cuando terminaron de orar en aquella ocasión, Dios confirmó su testimonio, pues, "cuando ellos oraron, el lugar en que estaban congregados tembló, y todos fueron llenos de espíritu santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios" (Hechos 4:31).
Concluyendo, diremos que Jesús recibió la inmortalidad después de haber sido resucitado de entre los muertos, que fue hecho "primicias" (primer fruto) de los que duermen (de los que murieron, al ser resucitado a la inmortalidad. Por eso leemos en Romanos 6:8-9 lo siguiente:
"Y si hemos muerto con el Mesías, creemos que también viviremos con Él; sabiendo que el Mesías, habiendo sido resucitado de entre los muertos, YA NO MUERE: LA MUERTE NO SE ENSEÑOREARÁ MÁS DE Él".
"Porque así como en el Adam todos mueren, así también en el Mesías todos serán vivificados. Pero cada uno en su orden: el Mesías, que es las primicias, luego, los que son del Mesías en su venida.
Luego el fin: cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando suprima todo imperio, y toda autoridad y poder.
Porque es necesario que Él reine, hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies, y el postrer enemigo en ser destruido es la muerte. Porque todas las cosas sometió bajo sus pies. Pero al decir: todas las cosas le han sido sometidas, claro es que está exceptuando a aquel que le sometió todas las cosas.
Y cuando le hayan sido sometidas todas las cosas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.) " (1 Corintios 15:22-28).
Concluyo diciendo de nuevo que el testimonio apostólico es contundente y muy consecuente que la verdad revelada, no solo en la Torá, sino muchos más claramente en los Escritos Apostólicos. Los méritos de Jesús no son porque él fuera un ser eterno e inmortal o un "dios encarnado", sino en que él fue un hombre como el primer Adam (y ambos fueron "hijos de Dios" - Lucas 3:38) y como un hombre se mantuvo sin pecado. ¡El segundo Adam venció y triunfó donde el primer Adam falló y sucumbió! ¡Allí reside el mérito de Jesús como señor, como salvador, como Mesías, y como rey glorioso venidero!
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