¿QUIÉNES SON "EL LINAJE ESCOGIDO, REAL SACERDOCIO, NACIÓN SANTA, Y EL PUEBLO ADQUIRIDO POR DIOS"?
¿Serían lo gentiles paganos? ¿La iglesia de Roma? ¿Las iglesias evangélicas? ¿A quiénes se dirigía Pedro?
"Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Antes, ustedes no eran un pueblo; ¡pero ahora son el pueblo de Dios!; antes no habían sido compadecidos, pero ahora ya han sido compadecidos" (1 Pedro 2:9-10).
Veamos en el libro del profeta Hoshea (Oseas) capítulo 1:8 y 9:
"Después de que Gomer destetó a Lorrujama, esta concibió y dio a luz un hijo. Entonces Dios dijo: «Ponle por nombre Loamí, porque ustedes no son mi pueblo, ni yo soy el Dios de ustedes".
¿A quiénes iba dirigida esa profecía de Oseas?
Verso 4: "Entonces el Señor le dijo: «Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco tiempo voy a castigar a la casa de Jehú, por causa de los asesinatos cometidos en Jezrel. VOY A PONERLE FIN AL REINADO DE LA CASA DE ISRAEL"
Entonces la profecía iba dirigida a la Casa de Israel, es decir, al reino de las Diez tribus norteñas, también conocidas como Efraim, o la Casa de José. El reino había sido dividido en los días de Roboam, hijo de Salomón (1 Reyes 11:11, 28-31). Diez tribus quedaron con Jeroboam al norte, y dos tribus quedaron al sur con Roboam.
A esa diez tribus se les conoció como "la Casa de Israel", y a las dos tribus al sur se les conoce como la tribu de Judá, de done proceden los judíos, de los cuales, YESHUA (Jesús) es el más prominente. Por causa de que de esa tribu vendría el Mesías, leemos en Oseas 1:7:
"Sin embargo, tendré misericordia de la casa de Judá, y los salvaré; pero no lo haré por medio de arcos ni espadas, ni por medio de combates con caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios".
Las Diez tribus norteñas fuen conquistadas por Asiria y fueron llevados cautivos, sus tierras fueron ocupadas por otra gente. Desde Asiria, las Diez tribus fueron esparcidas por las naciones y se convirtieron en gentiles, olvidando su herencia Israelita, su Dios, sus raíces e indentidad. Pero Dios no se olvidaría de ellos, porque leemos en Oseas 1:10-11,lo siguiente:
"Con todo, los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no es posible medirla ni contarla. Y allí donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se les dirá: “Ustedes son hijos del Dios de la vida”. Y se reunirán los hijos de Judá y los hijos de Israel, y nombrarán un solo jefe, y volverán a levantarse en la tierra; porque el día de Jezreel será grande".
Las diez tribus, que llegaron a conocerse como "las ovejas perdidas de la Casa de Israel", serían recogidas de entre las naciones gentiles y vueltas al Redil Hebreo. Esto sería realizado por el Judío mas prominente de todos, el Mesías (conocido en las naciones como Jesucristo), el gran Pastor de las Ovejas (Hebreos 13:20).
Mateo 15: 21-24:
21 Cuando Jesús salió de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón.
22 De pronto salió una mujer cananea de aquella región, y a gritos le decía: «¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! ¡A mi hija la atormenta un demonio! (probablemente una enfermedad mental)»
23 Pero Jesús no le dijo una sola palabra. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: «Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros.»
24 Él respondió: «Yo no fui enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.»
¡Palabras textuales de JESUCRISTO! Él fue enviado a rescatar a las ovejas perdidas de la Casa de Israel. Por eso leemos en Juan 10:11-15:
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
12 Pero el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, huye y abandona las ovejas cuando ve venir al lobo, y el lobo las arrebata y las dispersa.
13 Al que es asalariado, no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,
15 así como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre; y yo pongo mi vida por las ovejas.
Aquí Jesús estaba hablando del remanente del pueblo Judío que le recibió y creían el él. Sus palabra estaban dirigidas a esa porción de las ovejas, las del Redil Judío. Pero en el verso 16 añade que hay OTRAS OVEJAS...¡Ojo! Que esas otras ovejas no eran los paganos gentiles, estos son reconocidos como "cabras", no como ovejas. Es una referencia a las ovejas perdidas de la Casa de Israel, dispersas por toda nación, pueblo, tribu y lengua, es decir a NOSOTROS los que creemos en el Señor Jesucristo como el gran Pastor de las ovejas. ¡Por medio suyo recuperaremos nuestra identidad y somos llamados "hijos del Dios viviente."
JUAN 11:47-52, Otro testimonio a favor de esta tesis:
47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron al concilio, y dijeron: «¿Qué haremos? ¡Este hombre está haciendo muchas señales!
48 Si lo dejamos así, todos creerán en él. Entonces vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.»
49 Uno de ellos, Caifás, que ese año era sumo sacerdote, les dijo: «Ustedes no saben nada,
50 ni se dan cuenta de que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.»
51 Pero esto no lo dijo por cuenta propia sino que, como aquel año era el sumo sacerdote, POFETIZÓ QUE JESÚS MORIRÍA POR LA NACIÓN (JUDÍA);
52 y no solamente por la nación (Judía), sino también PARA CONGREGAR EN UN SOLO PUEBLO A LOS HIJOS DE DIOS QUE ESTABAN DISPERSOS.
Por esa razón, Pedro dirigió su epístola a ellos:
"Yo, Pedro, apóstol de Jesucristo, saludo a los que se hallan expatriados y dispersos en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, y que fueron elegidos, según el propósito de Dios Padre y mediante la santificación del espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser limpiados con su sangre. Que la gracia y la paz les sean multiplicadas" (1 Pedro 1:1-2).
Tambien Jacobo (mal llamado sanTiago) dice:
"Yo, Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saludo a las doce tribus que están en la dispersión" (Jacobo 1:1).
El Testimonio de Pablo. Romanos 9:20-26:
20 Pero tú, hombre, ¿quién eres para discutir con Dios? ¿Acaso el vaso de barro le dirá al que lo formó por qué lo hizo así?
21 ¿Qué, no tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro un vaso para honra y otro para deshonra?
22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira que estaban preparados para destrucción (al Judaismo incrédulo del primer siglo)?
23 ¿Y qué si, para dar a conocer las riquezas de su gloria, se las mostró a los VASOS DE MISERICORDIA que él de antemano preparó para esa gloria?
24 ESOS SOMOS NOSOTROS, A QUIENES DIOS LLAMÓ, NO SOLO DE ENTRE LOS JUDÍOS, SINO TAMBIEN DE ENTRE LOS GENTILES (O DE LOS NO JUDÍOS, DE LA TRIBU DE JUDÁ). COMO TAMBIÉN DICE OSEAS: «LLAMARÉ "PUEBLO MÍO" AL QUE NO ERA MI PUEBLO, "AMADA MÍA" A LA QUE ERA AMADA (LA CASA DE ISRAEL).
26 Y EN EL LUGAR DONDE SE LES DIJO: "USTEDES NO SON MI PUEBLO" (OSEAS 1:9), ALLÍ SERÁN LLAMADOS "HIJOS DEL DIOS VIVIENTE”.
¡Todo concuerda con la profecía de Oseas! Como bien dice Pablo, quien cita directamente la profecía de Oseas 1:9 con referencia a la Casa de Israel. ¡Nunca se habla de Paganos, sino de la Casa de Israel que será finalmente reunificada en un solo Pueblo, un solo reino, un solo rebaño bajo un solo Pastor, nuestro Señor Jesucristo.
Ezquiel 36; 17-28
17 «Hijo de hombre, mientras el pueblo de Israel habitaba en su tierra, la contaminó con sus hechos y su modo de proceder. A mis ojos, su manera de actuar fue tan repugnante como si estuvieran menstruando.
18 Por la sangre que derramaron, descargué mi enojo sobre ellos, pues con sus ídolos contaminaron la tierra.
19 Por eso los dispersé por todas las naciones y por todos los países, pues los juzgué como lo merecían sus acciones y su conducta.
20 Cuando llegaron a las naciones a las que fueron llevados, profanaron mi santo nombre, pues de ellos se decía que eran el pueblo del Señor, y que de la tierra del Señor habían salido.
21 Y me ha dolido ver que mi santo nombre ha sido profanado por el pueblo de Israel entre las naciones a las que fueron llevados.
22 »Por eso, dile al pueblo de Israel que yo, su Señor y Dios he dicho: “Pueblo de Israel, no lo hago por ustedes, sino por causa de mi santo nombre, el cual ustedes profanaron entre las naciones a las que fueron llevados.
23 Pero yo santificaré la grandeza de mi nombre, el cual ustedes profanaron entre las naciones. Y cuando delante de sus ojos yo sea santificado en medio de ustedes, las naciones sabrán que yo soy el Señor. —Palabra de Dios el Señor.
24 »”Yo los recogeré de todas las naciones y países, y los traeré de vuelta a su tierra.
25 Esparciré agua limpia sobre ustedes, y ustedes quedarán limpios de todas sus impurezas, pues los limpiaré de todos sus ídolos.
26 Les daré un corazón nuevo, y pondré en ustedes un espíritu nuevo; les quitaré el corazón de piedra que ahora tienen, y les daré un corazón sensible.
27 Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis estatutos, y que obedezcan y pongan en práctica mis preceptos.
28 Y ustedes habitarán en la tierra que les di a sus padres, y serán mi pueblo, y yo seré su Dios.
LOS HUESOS SECOS SOMOS NOSOTROS, LA CASA DE ISRAEL.
Ezequiel 37:11: "todos estos huesos son la Casa de Israel".
LA PROFECÍA DE EZEQUIEL 37:15-27:
JUDÁ E ISRAEL VOVERÁN A SER UN SOLO PUBLO, EL PUEBLO DE DIOS.
15 La palabra del Señor vino a mí, y me dijo:
16 «Hijo de hombre, toma la rama de un árbol y escribe en ella: “De Judá y de sus compañeros, los hijos de Israel.” Toma luego otra rama, y escribe en ella: “De José, que es Efraín, y de sus compañeros, el pueblo de Israel.”
17 Junta luego las dos ramas, de tal manera que en tu mano formen una sola rama.
18 Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: “¿No vas a decirnos qué es lo que te propones con esto?”,
19 les dirás que yo, su Señor y Dios, he dicho: “Fíjense bien: he tomado la rama que está en la mano de Efraín, y que representa a José y a sus compañeros, las tribus de Israel, y voy a juntarla con la rama que representa a Judá, para que en mi mano formen una sola rama.”
20 Las ramas sobre las cuales escribiste los nombres, las sostendrás en tu mano para que puedan verlas,
21 y entonces les dirás que yo, su Señor y Dios, he dicho: “Fíjense bien: voy a sacar a los hijos de Israel de las naciones a las que fueron llevados; voy a recogerlos de todas partes, y los traeré a su tierra.
22 Allí, en su tierra, y en los montes de Israel, haré de ellos una nación, y tendrán un solo rey, y nunca más serán dos naciones ni volverán a dividirse en dos reinos.
23 Tampoco volverán a contaminarse con sus ídolos, ni con sus hechos repugnantes ni con ninguna de sus rebeliones. Voy a librarlos y a limpiarlos de todas las rebeliones con las cuales pecaron, y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.”
24 »Mi siervo David reinará sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor. Andarán en mis preceptos, y obedecerán y practicarán mis estatutos.
25 Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, y en la cual habitaron sus padres. Allí habitarán para siempre ellos, y sus hijos y los hijos de sus hijos, y para siempre mi siervo David será su príncipe.
26 Yo haré con ellos un pacto perpetuo de paz; haré que se establezcan y se multipliquen, y para siempre pondré mi santuario entre ellos.
27 Allí, en medio de ellos, estará mi tabernáculo, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Para finalizar, debo hacer una aclaración.
Así como cuando Israel fue liberado de la esclavitud egipcia salió junto con ellos una multitud mixta, es decir, muchos de los egipcios que vieron los portentos que Dios hizo en favor de Su pueblo, también ahora hay mucha gente que no son israelitas, que no pertenecen a las "ovejas perdidas de la Casa de Israel" entre la naciones, sino que son gentiles paganos que se ha vuelto a Dios para servirle por medio de nuestro Señor Jesucristo. ¡Ellos también son contados con pueblo de Dios, por haber sido injertados a Israel por la fe en Jesucristo. Ellos son "ramas de olivo silvestre", que, contra naturaleza han sido injertados por medio de la fe en Jesús al Olivo natural, que es Israel, siendo así hijos adoptados de la Casa de Israel, Hijos adoptados por Dios.
Así, en el MUNDO VENIDERO, todos reinaremos con Jesucristo sobre las naciones, y estas se volverán al Dios de Israel para servirle.
Miqueas 4:1-4:
REINADO UNIVERSAL DEL SEÑOR
(Is 2.1-4)
1 En los últimos días el monte de la casa del Señor será confirmado como cabeza de los montes y exaltado por encima de las colinas, y a él acudirán los pueblos.
2 Muchas naciones vendrán, y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob! Él nos guiará por sus caminos, y nosotros iremos por sus sendas.» Porque la enseñanza saldrá de Sión; de Jerusalén saldrá la palabra del Señor.
3 Y el Señor juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas y lejanas; y estas convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación volverá a levantar la espada contra otra nación, ni se entrenarán más para hacer la guerra.
4 Cada uno se sentará bajo su vid y a la sombra de su higuera, y no habrá nadie que pueda amedrentarlos. Esto lo ha declarado la boca del Señor de los ejércitos.
EL QUE TENGA OIDOS PARA OIR, OIGA.
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