"EL DIOS DE ESTE SIGLO"...¿EL DIABLO?
¿Qué enseña Pablo realmente en 2 Corintios 4:4?
"Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios".
La mayoria de las personas leen este pasaje bíblico e inmediatamente piensan en un dios del mal que literalmente ciega el entendimiento de los que no creen para que se pierdan. A simple vista esta es la impresión que da la lectura. Pero vamos a considerar estos versos en su contexto, con mente baierta y no manipulada por los sistemas de religión.
El verdadero contexto de los versículos 3 y 4 del capítulo 4 de segunda a Corintios está en el capítulo anterior, el capítulo 3.
Pablo comienza el capítulo 3 diciendo:
"¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros? Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón" (2 Cor 3:1-3). Es evidente que Pablo está hablando es a causa de la oposición que enfrentaban él y sus asociados con el Judaismo. Los Judios desde el principio perseguían al apóstol y a los cristianos que declaraban por doquier la gloria del Señor Jesús el Mesías como el Mesias de Israel. Por todas las ciudades por donde Pablo pasaba predicando el evangelio de Cristo, el evangelio del reino del Mesías era confrontado y perseguido y era contardicho por el sistema judaico.
Habían tambien los "falsos hermanos" y entre ellos había judaizantes que insistían en que se habían de guardar ciertos ritos de Moisés como la circuncisión. Veamos lo dice el apósto conreferncia a estos últimos, escribiendo a Tito, dice:
"retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras(en las cuales habían congregaciones), enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene" (Tito 1:9-11).
Hablando de los opositores Judíos y de los "falsos hermanos" dice:
¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? También yo. 23 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, PELIGROS DE LOS DE MI NACIÓN, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, PELIGRO ENTRE LOS FALSOS HERMANOS" (2 Cor 11: 22-26).
Gálatas 2:3-5:
3 Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; 4 y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, 5 a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. ¡Era a esos los opositores a los que había que "tapar la boca" para que no enseñaran vanidades en contra del Mesías Jesús y de sus apóstoles, entiensase Pablo y sus compañeros. La oposición era tal, que hasta a Pedro lograron que entrara en opocisón hipócrita "por miedo a los judíos" que venían de Jerusalem departe de Jacobo (Gálatas 2:11-16).
Por esta razón, Pablo comienza diciendo en 2 Cor 3:1: "¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, COMO ALGUNOS, de cartas de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros?" Y continúa: "siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón" (Verso 3). La Iglesia estaba bajo fuego por parte de los Judaizantes y de los Judios que se oponían tenazmente al evangelio y al Cristo.
Estos,se aferraban con uñas y dientes (como los judaizantes modernos) a la Ley de Moisés y al rito de la circuncisión del prepusio "conforme al rito de Moisés" (Hechos 15:1-2).
Como "ministros competentes del nuevo pacto", Pablo y sus compañeros debían afianzarse en el evangelio de Cristo y no someterse a la autoridad del Judaísmo, de los legalistas y de los que querían obligarlos a judaizar, comprometiendo así la verdad y la libertad del Evangelio. Como ministros competentes ellos no iban a dejarse regír por la LETRA sino por el ESPÍRITU de la Ley, "porque la LETRA MATA pero el ESPÍRITU VIVIFICA".
Luego Pablo pasa a hablar de los dos ministerios, ambos fueron con gloria (esplendor), el uno fue grabado en piedra y era algo temporal, el otro, el del espíritu, era mas glorioso porque sería permanente y traía justificación y vida eterna, por lo que su vigencia sería eterna.
Pablo se refiere a estos dos ministerios como "el ministerio de muerte" y el "ministerio de justificación". Fíjense en el argumento paulino:
"Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; Y NO COMO MOISÉS. QUE PONÍA UN VELO SOBRE SU ROSTRO, PARA QUE LOS HIJOS DE ISRAEL NO FIJARAN SU VISTA EN AQUELLO QUE HABÍA DE SER ABOLIDO. PERO EL ENTENDIMIENTO DE ELLOS SE EMBOTÓ; PORQUE HASTA EL DÍA DE HOY, CUANDO LEEN EL ANTIGUO PACTO, LE QUEDA EL MISMO VELO NO DESCUBIERTO, EL CUAL POR CRISTO ES QUITADO. 15 Y AÚN HASTA EL DÍA DE HOY (cuando Pablo escribía), CUANDO SE LEE A MOISÉS EL VELO ESTÁ PUESTO SOBRE EL CORAZÓN DE ELLOS. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor" (2 Cor 3:12-18).
¿Qué vemos aquí? Vemos que tanto los Judíos, como los falsos hermanos judaizantes tenían sus ojos espirituales vendados, cubiertos, por tal razón el evangelio de la gloria del Cristo les estaba encubierto. Cuando Pablo, en el siguiente capítulo habla de que si "nuestro evangelio está encubierto, entre los que se están perdiendo está encubierto". Interesantemente, la versión Reina - Valera Revisada de 1989, ride este pasaje de 2 Corintios 4:3-4 de la siguiente manera (con mucha más claridad):
"Pero aun si nuestro evangelio está encubierto, entre los que se pierden está encubierto. PUES EL DIOS DE ESTA EDAD PRESENTE ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no les ilumine el resplandor del evangelio de la gloria del Cristo, quien es la imagen de Dios".
Tenemos que entender que en el lehguaje Paulino "esta edad presente" o "este siglo", o "este mundo", no se refiere al palneta o a nuestro sistema solar, sino a a una edad que estaba por terminar para darle paso a otra edad, es decir, la edad de la Ley o del Antiguo Pacto que se estaba desvaneciendo en los dias de los Apóstoles, para dar paso a la edad de la gracia del Nuevo Pacto. La primera edad, la de la Ley, estaba representada por Moisés, rl poderoso varón escogido por Dios y puesto como Dios (y no se levantó otro varón igual) Deuteronomio 34:10-12:
10 Nunca en Israel se levantó otro profeta como Moisés, a quien Jehovah conociera cara a cara. 11 Nadie fue como él, ni por todas las señales y prodigios que Jehovah le mandó hacer en la tierra de Egipto contra el faraón, contra todos sus servidores y contra toda su tierra, 12 ni por la mano poderosa y los hechos asombrosos, como los que Moisés hizo ante los ojos de todo Israel.
Para el Judaismo y para todos los Judaizantes, habidos y por haber, estas palabras constituyen a Moisés como "el dios de esta edad de la Ley. Jehováh mismo lo constituyó como Dios para Fafarón y a su hermano Aarón como su profeta. Éxodo 4:13-16:
13 Y él [Moisés] dijo: —¡Oh Señor; por favor, envía a otra persona! 14 Entonces el furor de Jehovah se encendió contra Moisés, y le dijo: —¿No conozco yo a tu hermano Aarón el levita? Yo sé que él habla bien. He aquí que él viene a tu encuentro; y al verte, se alegrará en su corazón. 15 Tú le hablarás y pondrás en su boca las palabras. Yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. 16 El hablará por ti al pueblo y será para ti como boca, Y TÚ SERÁS PARA ÉL COMO DIOS.
Para los Judíos y para los Judaizantes de los días de Pablo, con sus corazones embotados, Moisés era como un dios, y, así como Moisés se ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista sobre él, así ellos mismos tenían ese velo sobre sus propios corazones. Moisés se habia convertido en el dios de aquella edad, la edad de la Ley con su puerta de entrada, la circuncisión "conforme al rito de Moisés". Con la destrucción de Jerusalem y de su magnífico templo llegó a su fin la edad (era, soglo, mundo) de la Ley y la edad del Evangelio quedó abierta franca para todos los hombres en todo lugar, para "gente de toda nación, tribu, lengua y pueblo". Así como Moisés llegó a ser considerado como "dios" (poderoso) de la era de la Ley, así también Jesús ha llegado a ser considerado como dios (o poderoso) de la edad del evangelio de la gracia y del reino de Dios.
Tanto Pablo como Jesús mismo hablaron del fin de una edad y el comienzo de otra. Veamos los siguientes ejemplos:
Mateo 24:3: "Y estando sentado en el monte de los Olivos, se le acercaron los discípulos en privado, diciendo: Dinos, ¿cuándo será esto, y cuál la señal de tu venida, y de la consumación del siglo?" La palabra traducida aqui "siglo" y en otras versiones como "mundo", es la palabra griega "aión" Strong # G165
αἰών
aión
de lo mismo que G104; propiamente edad, era; por extensión perpetuidad (también pasada); por implicación el universo; específicamente período (judío) mesiánico (presente o futuro)
El fin del siglo o del aión es una referencia al fin de edad o de un periodo específico de tiempo (la era o edad de la Ley o la era del evangelio). No se trata del fin del kosmos, o del universo, o del palneta tierra o el sistema solar, se habla del fin de una edad.
Los discípulos le perguntaron al Señor Jesús por la señal de su parousia o venida al fin de la edad del evangelio.
Pablo, hablando del evangelio que se estaba predicando en su tiempo dice:
"Estas cosas [las que le sucedieron a Israel] les acontecieron como ejemplos y están escritas para nuestra instrucción, para nosotros sobre quienes ha llegado EL FIN DE LAS EDADES" (1 Cor 10:11).
Pablo y sus compañeros estaban en medio o en la transición entre dos edades, la edad de la Ley y la edad del evangelio. El fin de la edad de la Ley llegó con la destrucción de Jerusalem y del templo en el año 70 E.C., después de la muerte de Pablo.
De modo que no nos dejemos confundir con la idea de que viene el fin (por quemazón) del mundo o del planeta tierra o del kosmos con su sistema solar, sino que habla del fin de la edad del evangelio y el comienzo de la edad del Reino.
Tampoco nos dejemos llevar por los que enseñan que "el dios de este mundo" (edad o era) se refiere a un ser espiritual maligo, no se esta hablando de eso, sino del poder del dios del sistema Judaico y de sus compinches los judaizantes y los "falsos hermanos" legalistas. En todo el contexto de 2 Corintios 3 y 4 no vemos ninguna referencia a un diablo cósmico o dios del mal.
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