MANÁ PARA EL CAMINO (27-01-2023)

 



"Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? ¡Oh YEHOVAH, alza sobre nosotros la luz de tu rostro!" — Salmo 4:6 Biblia Textual.


DIOS habló a nuestros ancestros, en específico a Moisés, sobre los requisitos que Él exige de su Pueblo escogido. Dice en Deuteronomio 10:12-20:


12 Y ahora Israel, ¿qué te pide YEHOVAH tu Dios, sino que temas a YEHOVAH tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a YEHOVAH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,

13 guardando los mandamientos de YEHOVAH y sus estatutos que te prescribo hoy para provecho tuyo?

14 He aquí, de YEHOVAH tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella.

15 Solamente de tus padres se agradó YEHOVAH para amarlos, y escogió a su posteridad después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como veis en este día.

16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz,

17 porque YEHOVAH vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y terrible, que no hace favoritismo ni admite soborno,

18 que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al extranjero, dándole pan y vestido.

19 Amaréis pues al extranjero, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

20 Temerás a YEHOVAH tu Dios, a Él servirás, a Él te aferrarás, y solamente por su Nombre jurarás.

Note cuántas veces aparece el Nombre Sublime de nuestro Dios en estos ocho versículos. Aparece siete (7) veces el Sagrado Nombre en estos  8 versículos, nos habla de Su inescrutable autoridad del Ser Supremo del universo, el DIOS de dioses y el SEÑOR de señores. El número 7 nos habla de lo completo, de lo perfecto. Jesús lo usó en un múltiplo de 70, "setenta veces siete" para definir la longanimidad del perdón cuando algún hermano peca contra nosotros. ¿Cuántas veces hay que perdonarlo, según Jesús? ¡Has 70 veces siete! Es decir SIEMPRE. El que en estos ocho versículos el nombre divino excelso aparezca siete veces, nos habla de Su autoridad perfecta y completa como el Rey del universo. Él es el Poderoso de poderosos y el Amo de los que gobiernan. De modo que Él tiene todo el derecho y toda la potestad de exigirnos completa obediencia y sumisión a Él.

Hay varias cosas aquí que debemos destacar. En primer lugar, que DIOS exige de Su Pueblo que le tema, es decir, pide reverencia absoluta, porque Él es el Soberano universal. Exige "que temamos a YEHOVAH nuestro Dios, que andemos en todos sus caminos, y que lo amemos, y sirvamos a YEHOVAH nuestro Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma  guardando los mandamientos de YEHOVAH y sus estatutos que ha prescrito hoy para provecho nuestro".

Si nosotros no le amamos ni le obedecemos, si desechamos Su soberanía, si menospreciamos sus Mandamientos, Él sigue siendo el Rey del universo, pero nosotros no seremos pueblo pueblo suyo. La obediencia por amor es el Camino que el Eterno ha designado para nuestro bien eterno.

¿Qué más pide Él de nosotros? 

Exige que nos acordemos de que Él fue quien escogió a nuestros padres ancestrales, Abraham, Isaac y Jacob para amarlos y a su posteridad (Nosotros) "de entre todos los pueblos"...¡Solo Israel es el pueblo escogido de entre todos los pueblos para ser pueblo de Dios! Como dice Pablo:

"son israelitas, de los cuales son la adopción y la gloria, los pactos y la promulgación de la ley, las ordenanzas y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino el Mesías, el cual es sobre todas las cosas, Dios sea bendito por los siglos. Amén" (Romanos 9:4-5).

¡Ninguna otra nación ha tenido tan grande privilegio! ¡Nosotros somos el verdadero Israel de Dios! Los que hemos creído en el Mesías de Israel y nos sometemos a Su autoridad como rey escogido y ungido por DIOS TODOPODEROSO (YEHOVAH) como Señor y Mesías.
"
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Mesías" (Hechos 2:36).

Recordemos que para ser parte del pueblo de Dios tenemos que ser injertados a Israel, como ramitas de olivo silvestre. No hay otro modo, pues los enemigos de Israel perecerán. Somos adoptados como hijos y contados entre los hijos y herederos de Dios. ¡No somos un pueblo separado de Israel, no podemos, porque de ellos viene nuestra adopción como hijos y herederos! 

Debemos circuncidar nuestro corazón y nuestra serviz, para ser siervos del Dios Altísimo, YEHOVAH. 

"Y conozcan que tu nombre es YEHOVAH; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra" (Salmo 83:18).

Si solo Él es el Altísimo, no puede haber otro Altísimo ni nadie más alto y sublime que Él. Aún Jesús, quien recibió toda potestad en el cielo y en la tierra para ser Señor de los vivos y de los muertos, no se defime como "el Altísimo", sino que como de él está escrito: "Será llamado "hijo del Altísimo, y YEHOVAH Dios le dará el trono de David, su padre, y reinará sobre la Casa de Israel para siempre" (Lucas 1:31-33).

YEHOVAH no permite el soborno, no puede ser sobornado en ninguna manera. Como Pueblo suyo, nosotros debemos tener compasión por las viudas y por los huérfanos, jamás debemos recibir ningún tipo de soborno que pueda limitar sus derechos y su protección o perjudicarlos en ninguna manera.

"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Jacobo 1:27).

Otra cosa que Dios nos exige es velar por el bienestar de los "extranjeros", de aquellos que no son del pueblo, que no son Israelitas, que son extraños o extranjeros pero que habitan con o entre nosotros. Jesús puso eso de esta manera:

"Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas" (Mateo 7:12).

Note que hay una diferencia entre los "vosotros" y los "hombres"...estos son los "extraños" o "extranjeros"...ISRAEL está puesto para bendecir al resto de los hombres:

"En tí (en Abraham) y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra". ¡Somos bendecidos para bendecir! Existe entre la cristiandad la extraña idea de que los únicos que han de ser bendecidos son los Creyentes en el Mesías de esta era. Pero eso es incorrecto, Dios ha de juzgar (gobernar) al mundo por medio de nosotros, ya que seremos reyes y sacerdotes con el Mesías y reinaremos sobre la tierra (Apoc. 5:10). No vamos a reinar sobre una tierra desierta y vacía, sino sobre las naciones, ese siempre fue el propósito ulterior para Israel, según Éxodo 15:27:
"
Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas". Aquí las Doce fuentes de agua representan a las Doce tribus de Israel, mientras que las setenta palmeras representan a todas las naciones de la tierra. El Agua es representativa de la Palabra de nuestro Dios. No en balde habrá u "río" y un "árbol de vida" que produce 12 frutos y cuyas hojas son para la "sanidad de las naciones". (Apoc. 22:1,2).

Por último YEHOVAH exige de Su pueblo que le ame y le sirva de todo corazón.

"a Él servirás, a Él te aferrarás, y solamente por su Nombre jurarás". 

Contrario a lo que se dice que se prohiben todos los juramentos, aquí se nos manda a jurar por el nombre de YEHOVA. Los profetas y todos los Israelitas juraban en ese bendito Nombre, con un "¡Vive Yehováh!" para afirmar que lo que se decía era cierto, absolutamente cierto...de otra manera el juramento sería en vano, y eso causaría la muerte del que juraba por Su Nombre en vano. En Mateo, Jesús no dice que no juremos nunca por nada ni para nada, ya que eso sería contradecir la Torá y desmentir lo que ya estaba escrito. Jesús de lo que está hablando es de jurar falsamente...¡Eso jamás se debe hacer!

"De nuevo ustedes han oído lo que se dijo a los antiguos: ‘No jurarás por mi Nombre falsamente, sino le cumplirás a YEHOVAH tu juramento’. Y yo les digo que no juren en vano en ningún asunto, ni por el cielo porque es el trono de Elohim, ni por la tierra porque es el estrado de sus pies, ni por el cielo (por Yerushalem) porque es la ciudad de Elohim [el gran Rey], ni por tu cabeza porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.  Sino que sean sus palabras sí sí y también no no. Todo lo que se añade sobre esto es malo" (Mateo 5:33-37).

No se prohiben los juramentos, sino el jurar en falso...todo lo que digamos debe ser verdad y tan claro como un "sí" o un "no"...o es totalmente cierto o no jures.

Espero que esta porción de maná nos ayude a entender quiénes somos, por qué y para qué estamos aquí y cómo debemos peregrinar por este "desierto" para serles agradable a nuestro Padre celestial, el Dios y Padre de Jesús y nuestro.

"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia" (1 Pedro 2:9-10).

La Casa de Israel que se había separado de la Casa de Judá, dejó de ser pueblo de Dios y fue dispersada por las naciones después de que el Eterno le diera "carta de divorcio" (Jeremías 3:8)...pero Yehovah vlvió a enamorarla y a hablarle a su corazón para desposarla con Él nuevamente por Su inmenso amor...Nosotros somos esa Novia desposada con el Eterno, y estamos siendo reunidos en uno por nuestros amoroso Mesías Jesús, "el gran Pastor de las Ovejas". Por medio de Él nos desposamos con nuestro Dios y Padre, volvemos a Él y nos refugiamos en Sus brazos amorosos (Oseas 1:8-10; Oseas 2:14-17; Romanos 9:22-26).

¡Gracias, misericordia y paz os sean multiplicadas!  Shalom Israel!




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