LAS DOCE TRIBUS DE ISRAEL
Jacob y sus 11 hijos emprenden el regreso a la Tierra Prometida. Una vez ahí El Señor confirma que su nombre en adelante sería Israel. Es luego de ello que al fin nace Benjamín, su hijo número 12 y con ello ocurre un portento: una de las estructuras celestiales más importantes se materializa en la Tierra. Lo explico todo a detalle.
El regreso de Jacob a la Tierra Prometida
Huyendo de su hermano Esau, Jacob llegó a la tierra de su madre, Padan-aram (Génesis 25:20 / Génesis 28:2), localidad situada al norte de Canaán (cerca del río Éufrates). Ahí se refugió con su tío Labán y al paso del tiempo adquirió cuatro mujeres, 2 libres y 2 siervas, con las que tuvo 11 hijos (Génesis 35:23-26). Años después, Jacob, toda su tribu y los animales que poseían emprendieron el regreso a la tierra de sus ancestros.
“Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y SUS ONCE HIJOS, y pasó el vado de Jaboc”. Génesis 32:22
Es importante señalar aquí que Jacob llegó a la Tierra Prometida con 11 hijos, pero fue hasta que puso su pie ahí que su nombre –y por tanto su destino– fue cambiado por el de Israel.
El Señor confirma que el nombre de Jacob será Israel
Una vez de regreso en la tierra que Dios le dio a Abraham, El Señor confirmó la bendición que el ángel le dio aquel día en el que Jacob luchó con él y le venció (Génesis 32:22-28):
“Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel”. Génesis 35:9-10
A partir de ese hecho la Escritura llama a Jacob por su nuevo nombre:
«Y salió ISRAEL, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar». Génesis 35:21
Los 12 hijos de Israel
Si bien ya el ángel que había sido vencido por Jacob le había dado como bendición un nombre nuevo
no fue hasta que El Señor confirmó lo dicho por el ángel que el patriarca tuvo a su hijo número 12 (Génesis 35:16-20)
Así es como nace Benjamín en Tierra Prometida y con ello el ciclo de 12 hijos es completado:
“Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén”. Génesis 35:18-19
Hasta aquí haremos notar los siguientes puntos:
1.- Es cuando Jacob llega a la Tierra Prometida que El Señor le aparece y le cambia el nombre.
2.- Es luego del cambio de nombre que nace Benjamín, el hijo número 12.
3.- Jacob no se propuso tener determinado número de hijos, el hecho de que tuviera 12 hijos fue un acto de Dios efectuado con el propósito de materializar en el plano terrenal una estructura celestial. Te explico este punto a continuación:
El número 12 como estructura celestial
Podemos apreciar en el número 12 un tipo de estructura que por ser celestial y existir en el plano espiritual es eterna, es decir ha estado antes y estará después de los hijos de Israel. Así que los 12 hijos de Israel son una expresión de esa estructura y no al contrario.
Tenemos, por ejemplo, los 24 tronos (dos veces 12) en los que se sientan los ancianos gobernantes:
“Y alrededor del trono había VEINTICUATRO TRONOS; y vi sentados en los tronos a VEINTICUATRO ANCIANOS, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”. Apocalipsis 4:4
Los tronos implican la aplicación de la Justicia Divina (Mateo 19:28). En este sentido notamos que los hijos de Ismael –hijo que Abraham engendró con la esclava Agar– también fueron 12 (Génesis 17:20 / Génesis 25:16) que sumados a los 12 hijos de Israel suman 24. Ambos grupos expresan ciclos diferentes de la humanidad. Los 12 hijos de la esclava expresarían el juicio a la humanidad antes de Abraham y los hijos de Israel el juicio a la humanidad después de Abraham.
Las dos manos humanas están conectadas al número 24 (2 veces 12). Los primeros habitantes del llamado Creciente Fértil que formaron una civilización –los sumerios– comenzaron a contar señalando con el dedo pulgar cada una de las 3 falanges de los restantes dedos de la misma mano. Sumando las 3 falanges de los 4 dedos se obtiene el 12 en cada mano. Las manos simbolizan las obras, tanto las buenas como las malas. Las dos manos suman el número 24, por tanto ese número significaría lo humano y porque tiene que ver con hacer cuentas –de ahí el término llamar a cuentas–. Así, el número 24 está ligado al juicio de toda la humanidad.
“Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre DOCE TRONOS, para juzgar a las doce tribus de Israel”. Mateo 19:28
Tal estructura también podemos verla en la Jerusalén que ahora mismo existe en algún lugar y que en algún momento descenderá del cielo:
“Tenía un muro grande y alto con DOCE PUERTAS; y en las puertas, DOCE ÁNGELES, y NOMBRES INSCRITOS, que son los de las DOCE TRIBUS de los hijos de Israel; al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. Y el muro de la ciudad tenía DOCE CIMIENTOS, y sobre ellos los DOCE NOMBRES de los DOCE APÓSTOLES del Cordero”. Apocalipsis 21:12-14
Aquí notamos que las doce tribus también concuerdan con los doce apóstoles (y suman 24). Todo ello emanando siempre de la estructura celestial.
Estructura de tiempo
Pero el número 12 no solo refleja una estructura que es espacial, sino que también es de tiempo. Digamos, algo parecido a un reloj profético. Como podemos verlo en los jornaleros que son reclutados a la hora undécima, es decir, la marcada con el número 11:
“Y saliendo cerca de la HORA UNDÉCIMA, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?” Mateo 20:6
Así, el número 12 expresaría una compleja estructura espacio-temporal concreta que no solo abarca una dimensión específica, sino que al mismo tiempo también revela un lapso de tiempo cíclico (tal como las horas de un reloj).
El número 12 expone un ciclo completo de acontecimientos que afectan a la humanidad de forma profunda en su etapa final, pues es el ciclo profético concerniente a Israel que comienza con la promesa a Abraham y se completa con la restauración de las 12 tribus en el Fin de los tiempos.
El número 12 en la Biblia
Todos los números en la Biblia tienen un significado espiritual específico. En el caso del número 12 encontramos que podemos descomponerlo a su vez en dos números, el 1 seguido del 2.
El número 1 simboliza a Dios; en tanto que el número 2 simboliza a la comunidad que le sigue:
“Oye, Israel: El Señor nuestro Dios, El Señor UNO es”. Deuteronomio 6:4
“Otra vez os digo, que si DOS de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”. Mateo 18:19
El número 12 está compuesto por 1 y 2 en donde 1 en combinación con 2 es la alianza entre El Señor y su pueblo elegido.
El número dos expresa a las dos casas o linajes: la Casa de Israel y la Casa de Judá.
“Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y DOS pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?” Juan 6:9
En el versículo que acabamos de leer los dos peces simbolizan a la Casa de Israel y la Casa de Judá y los cinco panes corresponden a los cinco libros de la Ley, que es el Pacto de Dios con su pueblo.
Israel son 12 tribus
Debido al desconocimiento del tema generalmente se piensa que Israel solo es el pueblo judío. Nada más lejos de la verdad. La Biblia nos enseña que a Israel lo componen 12 tribus. La Casa de Judá –los judíos– está compuesta solo por 3 de ellas que son Judá, Benjamín y Leví. Las restantes tribus (por ahora disueltas entre las naciones) pertenecen a la Casa de Israel.
Aunque ambos pueblos Casa de Judá y Casa de Israel, son parte de Israel, ninguno de los dos pueblos puede proclamarse por sí solo como Israel. En tanto las 12 tribus no sean reunificadas, Israel como tal no existirá. Cuando las 12 tribus sean reunidas nuevamente en un territorio y con un solo rey surgirá de nuevo Israel.
Pero esto no corresponde a ningún organismo humano, sino que será un Portento Divino.
“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Mateo 24:31
“Y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos”. Ezequiel 37:22
Comentarios
Publicar un comentario