RAÍZ Y LINAJE DE DAVID

"Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana" (Revelación 22:16).

¿Porqué Jesús se identifica a sí mismo como "raíz y linaje de David"? Esto tiene que ver con una profecía de Isaía que dice: "Un retoño brotará del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto. Sobre él reposará el Espíritu de Jehováh: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehováh.

Jesús es ese "Vástago de las raíces de Isaí", el padre de David, sobre quien reposaría el espíritu (entiéndase el poder) de JEHOVÁH Dios todopoderoso. Una profecía similar la encontramos en el capítulo 61 del libro del mismo profeta:

"El espíritu del Señor Jehováh está sobre mí, porque me ha ungido Jehováh. Me ha enviado para anunciar buenas nuevas a los pobres, para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel, para proclamar el año de la buena voluntad de Jehováh y el día de la venganza de nuestro Dios" (61:1,2).

De modo que Jesús, como el descendiente del rey David, se solidifica como el Mesías rey que gobernará a las naciones sobre la tierra, y lo hará desde Jerusalem, "la ciudad del gran Rey" (Mateo 5:35; Salmo 48:2). Esa expresión "raíz y linaje de David" nos recuerda que, según Lucas 1:31-33, "JEHOVÁH Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la Casa de Jacob (Israel) para siempre, y de su reino no habrá fin".

Note bien que para que Jesús puediera consolidarse como el Mesías prometido tenía que ser un ser humano, un descendiente real del rey David, no podía ser un ser celestial, ni un ángel, ni un arcángel, tenía que ser un hombre 100% nacido de mujer, como nacen todos los hombres. Por eso, Jehováh le dijo a Moisés:

Jehováh me dijo: Está bien lo que han dicho. Les levantaré un profeta como tú, de entre vuestros hermanos. Yo pondré MIS PALABRAS EN SU BOCA, y él hablará todo lo que le mande. Y al hombre que no escuche MIS PALABRAS que él hablará en mi Nombre, yo le pediré cuenta. (Deuteronomio 18:17-19; Hechos 3:22-23).

Si bien es cierto que el Mesías existía en la mente y en el propósito del Todopoderoso, no existía de forma física (como Jesús) ni en forma de espíritu como Dios mismo o como los ángeles. No debemos de obviar el hecho de que el Mesías, como el "cordero sacrificial" de Dios, "fue destinado para eso desde antes de la fundación del mundo" (1 Pedro 1:18-20). Tambien se nos dice que fue "inmolado desde el principio del mundo"  (Revelación 13:8). ¿Por supuesto que Jesús no fue literalmente inmolado en el Génesis, pero la idea, el principio de que sería muerto por nuestros pecados está implícito en Génesis 3:15. La serpiente (una personificación del pecado) le haría una herida en el talón mientras él le hací una herida mortal en la cabeza.

Pero Jesús no estaba allí presente, ni sufrió daño alguno en Génesis, mucho menos era Mesías entonces, porque sencillamente no existía ni física ni espiritualmente, solo existía en la mente y en el propósito de Dios. Note que Pedro nos dice que:

»Sépalo bien toda la casa de Israel, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron DIOS LO HA HECHO SEÑOR Y MESÍAS (Cristo/ Ungido).» (Hechos 2:36). ¿Quién lo hizo "señor y Cristo"? ¡Jehováh Dios! ¿Cuándo fue hecho Señor y Mesías? ¡Despues que fue inmolado (crucificado) y resucitado! Y en Hebreos 5:7-8 leemos:

"Cuando el Mesías vivía en este mundo, con gran clamor y lágrimas ofreció ruegos y súplicas al que lo podía librar de la muerte, y fue escuchado por causa de su temor reverente. Aunque era Hijo, APRENDIÓ A OBEDECER mediante el sufrimiento". Si Jesús hubiera sido Dios todopoderoso encarnado (lo cuál suena blasfemo), ¿A quén podía ofrecer ruegos y súplicas? ¿A sí mismo? ¿Y quié escuchó sus ruegos y súplicas para librarlo de la muerte mediante resurrección? ¿Quién lo resucitó? Pero Jesús no era Dios, sino hijo de Dios, no era una "encarnación" de nadie, era un hombre, un descendiente sanguíneo directo del rey David..100% hombre, 100% humano. Era y es la raíz y linaje de David, y como portador de la luz de Dios todopoderoso, era también la estrella resplandciente de la mañana, la estrella de Jacob.

Es importante estar sobreedificados sobre la verdad y no sobre dogmas, para poder ser el Mesías prometido, Jesús tenía que ser un hombre, descendiente del rey David, sujeto a padecimientos y a tentaciones, pero al vencer y al ser hecho "Señor y Mesías" vino a ser señor de David su padre en lugar de ser solo hijo de David (Salmo 110:1).

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— Jorge Rodriguez/ Blog de la Casa de Israel.