¿QUÉ O QUIÉN ES EL VERBO?



La palabra hebrea DAVAR que en griego es Logos y Rhema y que aparece en Juan 1 siempre se ha mal interpretado y mal traducido por VERBO. Es tiempo de que los creyentes conozcan la verdad de las Escrituras y NO apreciaciones o ideas de hombres o grupos religiosos. Mire lo que Pablo dice en Col. 2:8. “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.

La palabra DAVAR que se tradujo como Logos y Rhema y luego como Verbo NO es Jesús. Esta palabra tiene un significado actual completamente errado por la mal interpretación de la iglesia cristiana en general influenciada por la filosofía Griega y por la influencia helénica.

La palabra “DAVAR” aparece en Apoc. 20:4,5: “Y vi.. la palabra (DAVAR) de Dios”. Noten que fueron decapitados por causa del testimonio de Jesús Y por la palabra (DAVAR) de Dios. Jesús y el Verbo no es lo mismo. Davar en ese versículo significa el plan de Dios de salvación para nosotros, o sea el mensaje del Reino de Dios. Según el diccionario, DAVAR (Logos) no es una persona, es un plan o la expresión del pensamiento. Los estoicos definían “Logos” como el “principio divino de vida”, lo cual es básicamente una definición de Dios. Con esta definición llegaron a una interpretación diferente a la que Juan desea que entendamos.

Veamos otras citas donde aparece DAVAR las cuales nadie las relaciona con la persona del Mesías: 2 Tim. 2:8-9: “… más la palabra (DAVAR) no está presa.” Veamos otra en 1 Juan 2:7: “Hermanos… es la palabra (DAVAR) “. Veamos otra cita en Heb. 4:12-13: “Porque la palabra (DAVAR) de Dios….. Rom. 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

En ninguna parte se encuentra “DAVAR” (palabra) en mayúscula. Además, la “palabra” no tiene género, es decir, no fue traducida con la mala intención para que diga: “él [Verbo]”.

Veamos Juan 5:37-38: “ni tenéis Su palabra (DAVAR)” Según el Diccionario Expositor de Vine de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamentos, dice que “DAVAR” significa “La voluntad de Dios revelada”. El Lexicon Griego de Liddell y Scott dice de la palabra “DAVAR/Logos”, así: “es el pensamiento interior el cual es expresado en la palabra hablada. Es decir, Juan expresa que Dios tenía en su mente un pensamiento, un plan (DAVAR) desde el principio, y nos lo reveló a través de Iehoshúa (Jesús). En otras palabras, el plan o voluntad (de Dios) fue dado a nosotros en el principio a través de los Profetas. El mensaje de Juan 1:1 es que en el principio era el “Verbo” (el plan/el pensamiento). Lo que es desde el principio es el plan (DAVAR) de Dios y fue revelado a nosotros a través de Iehoshúa (Jesús).

Cuando Juan dice que el Verbo era con Dios, el simplemente quiere decir que el “verbo” (plan/pensamiento) estaba presente en su mente y es Dios mismo, igual que el pensamiento de una persona está con ella. La Nueva Biblia Americana Católica define “verbo”, así: “Es un pensamiento para ser una realidad posando en medio de la persona, y que sale de esa persona cuando se habla o se escribe. Tenga presente que NO es Iehoshúa (Jesús). La voluntad de Dios es Dios mismo. Lo que Juan está diciendo es que la voluntad (verbo/palabra) esta en la mente de Dios. El Verbo de Dios (pensamientos, voluntad) son reflejados por los atributos de Dios. En la expresión ”Todas las cosas por él fueron hechas”, Juan está diciendo que Dios creó todo por Su palabra/voluntad, pues recuerde que es ‘el’ y NO ‘él’. La traducción de “a través de él” debe ser “a través de Su palabra”: ‘él’ está mal traducido.


Juan 1:14: Ese plan o propósito que estuvo en el principio en la mente del Todopoderoso tomó forma o "tabernaculizó" (Biblia Textual) en la persona de Iehoshúa (Jesús) el Mesías. l mismo declaró:


"Mi doctrina (enseñanza) no es mía, sino de Aquel que me envió.  El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo (la Davar, palabra) por mi propia cuenta.  El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que lo envió, este es verdadero y no hay en él injusticia" (Juan 7:16-18).


Si Iehoshúa hubiera hablado de su propia cuenta, habría estado buscando su propia gloria, esplendor, brillo, honor, pero él solo hablaba lo que era la davar, la palabra del propósito de su Padre celestial, por tanto, glorificaba al Padre y no a sí mismo. Del Mesías estaba profetizado que " la voluntad de Iehováh será en su mano prosperada" (Isaías 53:10). Así podemos entender que fue el propósito, el plan y la voluntad de Dios el centro de su vida, lo que había encarnado en su persona. ¡Dios no encarnó en Jesús, eso seria una blasfemia pensarlo, sino que su palabra (Davar), su plan o propósito tomaron forma para cumplimiento en la persona de Iehoshúa (Jesús) de Nazareth.

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