"Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento. Del mismo modo que las plantas, os lo doy todo. Pero no comeréis carne con su vida, es decir, su sangre. Porque ciertamente por vuestra propia sangre pediré cuentas. Pediré cuentas a todo animal y al hombre. Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre. El que derrame sangre de hombre, su sangre será
derramada por hombre; porque a imagen de Dios él hizo al hombre.... Yo establezco mi pacto con vosotros: Ninguna carne volverá a ser exterminada jamás por las aguas del diluvio, ni habrá otra vez diluvio para destruir la tierra. Y dijo Dios: 'Esta será la señal del pacto que establezco entre yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre: Yo pongo mi arco en las nubes como señal del pacto que hago entre yo y la tierra. Y sucederá que cuando yo haga aparecer nubes sobre la tierra, entonces el arco se dejará ver en las nubes. Y sucederá que cuando yo haga aparecer nubes sobre la tierra, entonces el arco se dejará ver en las nubes.
Me acordaré de mi pacto que existe entre yo y vosotros, y todo ser viviente de toda clase, y las aguas no serán más un diluvio para destruir toda carne. Cuando el arco aparezca en las nubes, yo lo veré para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente de toda clase que está sobre la tierra. Entonces Dios dijo a Noé: 'Esta será la señal del pacto que establezco entre yo y toda carne que está sobre la tierra." — Génesis 9:3-6, 8-17.
Este pacto es muy distinto al pacto que Dios hizo con Israel siglos después, porque este pacto con Noaj fue con toda la humanidad y el pacto de Dios con Israel fue un pacto entre Él y Su pueblo santo. En el Libro de los Hechos, cuando se empieza a narrar la visitita de Dios, por primera vez, a los Gentiles (la naciones) para tomar de entre ellos PUEBLO PARA SU NOMBRE, es decir, las ovejas perdidas de la Casa de Israel, labor que continúa hasta nuestros días. El pacto con Noaj es un pacto para siempre, mientras exista la humanidad. El pacto de Dios con la Casa de Israel se completará en la reunificación de las dos Casas (Israel y Judá) y que tomemos posesión de todo lo prometido en la vida vinera, en el mundo venidero.
En el libro de Hechos, capítulo 15, cuando surgió la controversia de los Judaizantes, la conclusión a la que se llega es la siguiente:
"Entonces algunos que vinieron de Judea enseñaban a los
hermanos: 'Si no os circuncidáis de acuerdo con el rito de Moisés, no
podéis ser salvos" - Hechos 15:1.
"Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído se
levantaron diciendo: —Es necesario circuncidarlos y mandarles que
guarden la ley de Moisés. Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto. Como se produjo una grande contienda, se levantó Pedro y les dijo:
—Hermanos, vosotros sabéis como, desde los primeros días, Dios escogió
entre vosotros que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del
evangelio y creyesen"
- Hechos 15:5-7..
Entnces, Jacobo, se levantó y dijo:
"Por lo cual yo juzgo que no hay que inquietar a los gentiles que se convierten [la Casa de Israel que se vuelve] a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre" - Hechos 15:19-20.
Note que esas son las mismas exigencias del pacto de Dios con Noé. Abtenerse de la idplatría, de fornicación, de lo estrangulado y de [comer] sangre, ya que la vida de todo ser viviente [incluyendo a los seres humanos] está en la sengre.
TODOS los Creyentes verdaderos, la Casa de Israel dispersa entre las naciones, hacen bien en abtenerse de esas cosas, pero no están sujetos a guardar la Ley de Moisés. Porque, para la Casa de Judá, ellos "desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes le prediquen en las sinagogas, donde es leído cada sábado". La Casa de Israel está bajo un pacto diferente, un Nuevo Pacto, hecho sobre mejores promesas, el pacto de gracia.
Esero que esta corta reflexión ayude a esclarecer el asunto del llamado "pacto Noájico" y su relación con la Casa de Israel entre las naciones (la llamada Iglesia)...ya que hay tres pactos aquí, el pacto de Dios con Noaj, el pacto con la casa de Judá y el nuevo pacto con la Casa de Israel.
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