LAS PROMESAS DE DIOS PARA SU PUEBLO SE CUMPLEN...NI UNA DE ELLAS FALLA...
"Y dijo José á su padre: No así, padre mío, porque éste [Manasés] es el primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza. Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé: también él vendrá á ser un pueblo, y será también acrecentado; pero su hermano menor será más grande que él, Y SU SIMIENTE SERÁ PLENITUD DE GENTES [plinitud de los Gentiles]" (Gén 48:18-19).
Efraim significa "doble fruto" o "Fructífero". Despues de la división del reino de Israel en manos de Roboam, hijo de Salomón, diez de las doce tribus se fueron con Jeroboam hacia el norte, y se le conoció como "la Casa de Israel", mientras que a las tres tribus restantes (Judá, Benjamín y Leví) quedaron al sur, y se llamó "la Casa de Judá". a las diez tribus norteñas, con el tiempo se les conoción tambien como "Efraim", por ser la tribu de Efraim y la de José las tribus mas grandes o numerosas.
Despues de muchas amonestaciones por parte de los Profetas, Dios permitió y propició que fueran al cautiverio por parte del rey de Asiria. Esas tribus jamás regresaron a la tierra prometida, sino que fueron esparcidas por todas las naciones, llegando a mezclarse con los paganos perdiendo su identidad hebrea diluyéndose entre las naciones. Dios le ortorgó a Ia Casa de Israel "carta de repudio" (divorcio) por causa de su infidelidad y rebelión, y por su adulterio espiritual. Jeremías 3:7-8:
"Y dije después que hizo todo esto: Vuélvete á mí; mas no se volvió. Y vió la rebelde su hermana JUDÁ, Que yo lo había visto; que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde ISRAEL, yo la había despedido, y dádole la carta de su repudio [divorcio]; y no tuvo temor la rebelde JUDÁ su hermana, sino que también fué ella y fornicó".
Oseas 1:6-7:
"Y concibió aún, y parió una hija. Y díjole Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama : porque no más tendré misericordia de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y salvarélos en Jehová su Dios"
Oseas 1:8-9:
"Y después de haber destetado á Lo-ruhama , concibió y parió un hijo.
Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi : porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios".
Asi Dios desentendió de la casa de Israel, no así de la Casa de Judá, que, aunque le fue infiel, y sufrió varios cautiverios, Dios siempre los rescataba. No así a la Casa de Israel, sin embargo, les hizo la siguiente promesa:
"Con todo será el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, que ni se puede medir ni contar. Y será, que donde se les ha dicho: Vosotros no sois mi pueblo, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente" (Oseas 1:10).
El apóstol Pablo cita esta profecía-promesa, y la aplica a todos los creyentes en el Mesías, diciendo:
"¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira preparados para muerte,
Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, mostrólas para con los vasos de misericordia que él ha preparado para gloria;
Los cuales también ha llamado, es á saber, á nosotros, no sólo de los Judíos, mas también de los Gentiles?
Como también en Oseas dice: Llamaré al que no era mi pueblo, pueblo mío; y á la no amada, amada.
Y será, que en el lugar donde les fué dicho: Vosotros no sois pueblo mío: allí serán llamados hijos del Dios viviente" (Romanos 9:22-26).
Note que los llamdos son, no solo de entre los Judíos (los de la Casa de Judá), sino de entre los Gentiles (la Casa de Israel dispersa entre las naciones paganas), cuyo número ha llegado a ser incontable, "como las estrellas del cielo". De ahí que el Nuevo Pacto de gracia, en el espíritu, sería hecho con ambas Casas, con la "casa de Judá y con la Casa de Israel" — Jeremías 31:31-33; Hebreos 8:8-13.
Es por esa misma razón que Jesús, el Mesías de Israel, dijera que él no había sido enviado sino a las "Ovejas perdidas de la Casa de Israel" (Mateo 15:24). Además dijo: "El Hijo del Hombre vino a BUSCAR y SALVAR lo que se HABÍA PERDIDO (es lo mismo que decir las ovejas perdidas de la Casa de Israel).
"Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.
Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil [el redil Judío); aquéllas [las ovejas perdidas de la Casa de Israel] también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor" (Juan 10:14-16; Ezequiel 36:24-28).
"Y yo os tomaré de las gentes, y os juntaré de todas las tierras, y os traeré á vuestro país. Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los pongáis por obra. Y habitaréis en la tierra que dí á vuestros padres; y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré á vosotros por Dios".
Ezequiel 37: 15-24:
Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:
Tú, hijo del hombre, tómate ahora un palo, y escribe en él: A Judá, y á los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: A José, palo de Ephraim, y á toda la casa de Israel sus compañeros.
Júntalos luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu mano.
Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?
Diles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Ephraim, y á las tribus de Israel sus compañeros, y pondrélos con él, con el palo de Judá, y harélos un palo, y serán uno en mi mano.
Y los palos sobre que escribieres, estarán en tu mano delante de sus ojos;
Y les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo tomo á los hijos de Israel de entre las gentes á las cuales fueron, y los juntaré de todas partes, y los traeré á su tierra: Y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será á todos ellos por rey: y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos: Ni más se contaminarán con sus ídolos, y con sus abominaciones, y con todas sus rebeliones: y los salvaré de todas sus habitaciones en las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo á ellos por Dios.
Y mi siervo David será rey sobre ellos, y á todos ellos será un pastor: y andarán en mis derechos, y mis ordenanzas guardarán, y las pondrán por obra".
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