ISRAEL: DOS CASAS (5): DE JACOB A SALOMÓN
ISRAEL: 2 CASAS (5): De Jacob a Salomón
Al morir Jacob, su familia se quedó en Egipto
con José. Pero los israelitas se multiplicaron,
que preocuparon al Faraón. Él no tenía
memoria de José, por lo que esclavizó a los israelitas. Pero Dios los liberó milagrosamente, tal como
se lo había dicho a Abraham. Dios designó
a usó a Moisés para guiar a los
israelitas a través del desierto, en camino hacia la Tierra Prometida. Josué fue el líder designado para conquistar Canaán, la heredad que Dios dio a Israel
y sus hijos.
Luego de la
conquista, vino período de los jueces.
El primer rey de Israel fue Saúl: él era el rey que el pueblo pidió.
Pero el rey conforme al corazón de Dios
fue David. Bajo su reinado, la Casa
de Judá comenzó a gobernar sobre las 12 tribus unidas de Israel. Él estableció
la capital del reino en Jerusalén, y consolidó a las doce tribus de Israel como
una nación poderosa y reconocida ante las naciones vecinas. A pesar de sus errores, David mejoró la
situación política y económica de Israel, y promovió el respeto a Dios y a la ley. Él tuvo el deseo en su corazón de construir un
templo para Dios, pero esta gran tarea cayó sobre su hijo heredero Salomón.
Salomón fue el
rey más sabio de la historia; pero perdió el camino y se desvió tras sus
pasiones. Se casó con mujeres gentiles
paganas e hizo alianzas con las naciones vecinas, abriendo así la puerta a la
idolatría y al pecado. Salomón se apartó
de Dios, y por ello Dios decidió quitarle el reino.
¿Qué castigo
le impuso Dios a Salomón por no haber guardado el pacto divino?
(I Reyes
11:11-13) Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido
esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé
el reino de ti, y lo entregaré a tu siervo.
(12) Sin embargo no lo haré en
tus días, por amor de David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo. (13)
Sin embargo no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo,
por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalén la cual yo he elegido.
El siervo de
Salomón, a quien le sería dado la otra parte de reino, era Jeroboam (I Reyes 11:26-28).
La palabra
profética dada a Salomón también fue
revelada a Jeroboam por el profeta
Ahías.
(I Reyes 11:
29-40) Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de
Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba
cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo. Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre
sí, la rompió en doce pedazos. Y dijo a
Jeroboam: Toma para ti los 10 pedazos;
porque así dijo El Eterno Dios de Israel:
He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré 10
tribus; y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a
Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel; por cuanto
me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de
Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para
hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo
David su padre. Pero no quitaré nada del
reino de sus manos, sino que lo retendrá por rey todos los días de su vida, por
amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis
estatutos. Pero quitaré el reino de la
mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus. Y a su hijo daré una tribu, para que mi
siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad
que yo me elegí para poner en ella mi nombre.
Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que desare tu
alma, y serás rey sobre Israel. Y si
prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e
hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis
mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa
firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel. Y yo afligiré a la descendencia de David a
causa de esto, mas no para siempre. Por
esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a
Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta muerte de Salomón. ROBOAM SUBE AL TRONO
Al morir Salomón, su hijo Roboam subió al trono. Pero él no prestó atención a las peticiones del pueblo para bajar los altos impuestos; más bien les puso una carga más pesada.
(I Reyes 12:13-15) Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado; y les habló conforme a consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo, mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones . Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de El Eterno para confirmar la palabra que El Eterno había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.
ISRAEL SE DIVIDE EN DOS REINOS
Ante la opresión
de Roboam, muchas tribus decidieron separarse de Judá (la tribu real) y formar
su propio reino. (I Reyes 12:16-19) Y cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. (17) Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá. (18) Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero le apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró para subir en su carro y huir a Jerusalén. (19) Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.
Cuando el
pueblo oyó que Jeroboam había vuelto del exilio, enviaron a llamarle al norte
de Israel para hacerlo rey.
Para
contrarrestar la rebelión, Roboam reunió 180,000 hombres de la casa de Judá y
de la tribu de Benjamín con el fin de hacer guerra a las tribus rebeldes del
norte y hacerlas volver bajo su autoridad (1 Reyes 12: 20-21). Pero Dios lo frenó.
(I Reyes
12:22-24) Pero vino palabra de El Eterno a Semaías varón de Dios,
diciendo: Habla a Roboam hijo de
Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del
pueblo, diciendo: Así ha dicho El
Eterno: No vayáis, ni peleéis contra
vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto
lo he hecho yo. Y ellos oyeron la
palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra del Eterno.
Diez tribus de
Israel se rebelaron contra Roboam, y nombraron a Jeroboam como su rey. Solamente las tribus de Benjamín y Judá permanecieron fieles a la casa de David, con
Roboam como su rey.
El Reino de
Israel (Casa de Jacob) se dividió en dos naciones, conocidas por diversos nombres:
Al
dividirse la nación de Israel en dos,
vino a cumplirse la promesa que Dios le había dado a Jacob después de cambiarle
el nombre.
(Génesis 35:
11-12) También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate;
una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus
lomos. La tierra que he dado a Abraham y
a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.
Una nación: La Casa de Judá
Conjunto de
naciones: La Casa de Israel, asamblea
de naciones
Quebré luego el otro cayado, Ataduras (lit. Unión),
para romper la hermandad entre Judá e Israel.
(Zac.
11:14)
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